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Horror en el aula presidencial

“El aprendiz de presidente se puede llevar grandes sorpresas a la hora de consultar sobre la entrega de territorio que fue peruano y perdido en la guerra del Pacífico”.

A Pedro Castillo le falta un trecho para aprender a ser presidente, y lo acaba de demostrar con su exabrupto sobre una salida al Océano Pacífico para Bolivia. Con eso Castillo ha reflotado un problema allí donde hace tiempo no lo había. Además el plurientrevistado mandatario planea entregar esa salida vía referendo.

El planteamiento viene entre bobo y blandengue: con las ya habituales perlas: “Para eso se necesita que el pueblo se manifieste, “¿Por qué poner una barrera?”, “Ideológicamente soy un provinciano” (¡!). Castillo está fabricando una consulta que de todos modos va a perder, en el Congreso, o en las urnas de la ONPE.

El aprendiz de presidente se puede llevar grandes sorpresas a la hora de consultar sobre la entrega de territorio que fue peruano y perdido en la guerra del Pacífico. La inconveniencia de semejante entrega, a la que Chile siempre nos invita, ya ha sido establecida por nuestros diplomáticos en varias ocasiones.

Hace muy poco tiempo un grupo de excancilleres peruanos emitió un comunicado donde aseguraban que el exmandatario boliviano “se propone desmembrar al Perú otorgando a Bolivia una salida soberana al Pacífico”. Ahora podrían sumar a Castillo a esos esfuerzos, como alentador de una intromisión de Evo Morales.

“El pueblo” ya estaba desapareciendo de su pequeño vocabulario político, pero ahora está haciendo un retorno a lo grande, con algo así como una política exterior plebiscitaria. Cuando Alberto Fujimori hizo un obsequio parecido en el 2010, el paquete quedó detenido en el Congreso, hasta la fecha.

El entrevistador mexicano de CNN en Español quedó intensamente revuelto por los puntos de vista de Castillo, sobre todo por su idea de usar el país para ir aprendiendo a ser presidente. No se privó Fernando del Rincón de opinar que a Castillo lo ronda una vacancia, aunque no quiso elaborar sobre el tema.

Tal parece que eso de salir al ruedo de las entrevistas no es buena idea. Los intentos de inventar versiones se ponen en evidencia. La pobreza intelectual brilla con luz propia. Hay por allí un par de metidas de pata irrecuperables. La de Bolivia no es de las menores. Pero como parece que el género le ha gustado, vayan preparándose para más ideología provinciana.

La República

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