Metropolitano inaugurará 14 nuevas estaciones

Sin rumbo ni norte

“¿Y qué ha hecho el gobierno en respuesta? Imponer toques de queda, que provocan más aglomeración...”.

Han pasado dos años del inicio de la pandemia y resulta increíble que, con todo el conocimiento acumulado por la ciencia en torno al COVID-19, el gobierno peruano insista en tropezar mil veces con la misma piedra y siga imponiendo normas absurdas u obsoletas que no sirven para nada más que confundir a la ciudadanía.

Si las autoridades no jerarquizan las medidas sanitarias ni definen cuáles siguen siendo eficientes y cuáles han sido descartadas, es natural que la gente termine pensando que, para evitar el contagio, es igual de útil un pediluvio, ese repulsivo limpiapiés húmedo que aún se pone en las puertas de locales comerciales, que la mascarilla, que ha salvado millones de vidas desde el principio.

De allí que todavía tengamos gente echando alcohol a las bolsas de compras del mercado, cuando hace más de un año se sabe que el virus muere pronto en las superficies porosas (en el plástico o el aluminio puede sobrevivir un par de días, pero ya con escasa capacidad de contagio), mientras se lanza de cabeza a comprar chucherías en Gamarra, donde el aerosol viral campea en cada tiendita de las abarrotadas galerías.

Y es justamente en concienciar sobre el peligro de los espacios cerrados que el gobierno –cuyo único éxito ante la pandemia ha sido la vacunación masiva- ha fallado clamorosamente.

Ya a mediados del 2020 se supo que el virus podía quedarse por horas en el aire de lugares sin ventilación y que ni siquiera la distancia (de una vaca, ¿recuerdan?) te salva de que, al entrar a un supermercado, respires el aerosol que otro cliente ha dejado horas antes suspendido en el CO2.

¿Y qué ha hecho el gobierno en respuesta? Imponer toques de queda, que provocan más aglomeración; obligar a llevar mascarilla en calles poco concurridas, donde no hay peligro de contagio; y –el colmo del absurdo- cerrar las playas donde la gente podría interactuar con menos riesgo que en un centro comercial.

En fin, el mundo de cabeza.

Maritza Espinoza

Choque y fuga

Periodista por la UNMSM. Se inició en 1979 como reportera, luego editora de revistas, entrevistadora y columnista. En tv, conductora de reality show y, en radio, un programa de comentarios sobre tv. Ha publicado libro de autoayuda para parejas, y otro, para adolescentes. Videocolumna política y coconduce entrevistas (Entrometidas) en LaMula.pe.