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Un paso atrás

“Castillo ha cerrado el año con dos anuncios disparatados, que demuestran que no ha entendido la naturaleza de su cargo ni de los problemas que afronta”.

A veinte años justos de la tragedia que costó la vida de 500 personas (en medio de un infierno de fuegos artificiales, hacinamiento e informalidad), un incendio vuelve a desatarse en los altos de las galerías comerciales de Mesa Redonda. Con el recuerdo de aquella matanza, ¿cómo se entiende que no se aprendiera de los errores para enmendarlos y evitar sus consecuencias?

Este principio elemental funciona en todos los campos: el de la prevención de desastres pero también el de la política. Solo quien tiene la sensatez y humildad de reconocer sus equivocaciones es capaz de corregirlas.

¿Es el caso del presidente Pedro Castillo, que llega a este 2022 con el oxígeno político en mínimos, luego de unos primeros meses marcados por la improvisación, la falta de liderazgo, la anarquía –por no decir despelote– y la ausencia de ideas? ¿Ha aprendido algo de los errores que enladrillan el arranque de su gobierno? ¿A qué conclusiones ha llegado luego del fugaz paso del pirómano Guido Bellido al frente del Consejo de Ministros? ¿Luego de enfrentar su primer proceso de vacancia, del que se salvó por los pelos, gracias a una histórica metedura de pata periodística?

¿Se arrepiente del manoseo en los ascensos de las Fuerzas Armadas, que implicaron al exsecretario de Palacio, Bruno Pacheco, y costaron la salida del ministro de Defensa, Walter Ayala? ¿De la sospechosa licitación ganada por el Consorcio Puente Tarata III y de la reunión que precedió a la licitación otorgada por Petroperú al proveedor de biodiésel Samir Abudayeh Giha? ¿De las cercanías con la lobista Karelim López, involucrada en ambos casos? ¿Cree que sus reuniones clandestinas en el jirón Sarratea de Breña fueron un error?

Diera la impresión de que no. Castillo ha cerrado el año con dos anuncios disparatados, que demuestran que no ha entendido la naturaleza de su cargo ni de los problemas que afronta: cree que la producción de 500 barriles de petróleo en el recién inaugurado Lote 1 solucionará los problemas de crudo en el país y que puede disponer caprichosamente la construcción de un aeropuerto en Chota. Esto por no mencionar el masivo empadronamiento de colectiveros que, ante sus narices, ha lanzado el insólito ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva.

Se viene diciendo que el gobierno abrirá este año con un gabinete nuevo y que este sería presidido por una figura más proclive al empresariado, como el exvicepresidente Ricardo Márquez. Esta sería una buena noticia solo si, enmendando sus conductas del pasado, el presidente entregara al nuevo premier las prerrogativas necesarias para conformar un gabinete coherente, que no sea una pura repartición para los aliados. Para ponerlo de otro modo: para generar verdaderos efectos, un cambio de consejo de ministros funcionaría solo si Pedro Castillo retrocede varios pasos y delega el poder de gobernar en alguien capacitado para hacerlo.

Raúl Tola

El diario negro

Raúl Tola. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.