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Mensaje equivocado

Presidente Castillo criticó a los medios de comunicación y agregó “que no les dará un centavo”.

Ayer el presidente Pedro Castillo se quejó de la labor de los medios de comunicación por no difundir adecuadamente un viaje suyo a Huancavelica. Dijo que algunos han editado su periplo y han mostrado imágenes donde él aparece solo mientras le piden la vacancia.

Esta situación generó una declaración en la que además de expresar válidamente su protesta por el manejo periodístico, agregó que no “les dará ni un centavo” y relievó el trabajo de los medios regionales, en contraposición a los sesgos que encontraba en los medios de alcance nacional.

Es indispensable hacer algunas precisiones, porque la afirmación del jefe del Gobierno no se ajusta a la verdad en varios aspectos, y como medio de comunicación independiente, tenemos la obligación de aclararla.

El mandatario como ciudadano al que se le ha otorgado un poder de representación popular tiene el deber de proceder con suma neutralidad cuando establece su punto de vista sobre temas tan delicados como la libertad de información y la de prensa. También debe tener claridad de qué decisiones corresponden a su cargo. Una de ellas no es la de repartir publicidad.

Para la distribución de una pauta, el Estado en su conjunto se ciñe a criterios con base legal. Los sectores del Ejecutivo proceden de acuerdo a la normativa a elegir entre diferentes clases de publicaciones, todas destinadas al ciudadano, para garantizar su acceso a la información y permitir que el Estado mantenga una comunicación fluida con la población.

No es legal ni está permitido optar entre las publicaciones que gustan o las que hablan bien o mal. Hay estudios que establecen dónde, cuándo, cómo y con qué medio podrá el Estado alcanzar al público objetivo. El propio Tribunal Constitucional ya se ha pronunciado en relación a la publicidad estatal, señalando que el Estado tiene pleno derecho de acudir a los privados y contratarlos para difundir sus contenidos, bajo determinados parámetros, con lo que se declaró inconstitucional la Ley Mulder, que pretendía eliminar todos los anuncios oficiales.

Haría bien el presidente Castillo en precisar de qué medios habla, qué medios son los que le han pedido dinero y denunciarlos. Demás está decirle que la prensa independiente no vive de la publicidad del Estado y esta no determina su posición. La República siempre responderá con apego a la verdad y a los valores periodísticos y democráticos que defiende.