Maestro viejo sabe más por diablo que por viejo

Es imperativo discutir el valor de la Prueba Única Nacional (PUN) y de la Descentralizada con evidencias antes que con ideas preconcebidas. Para dilucidar qué tan eficiente es la PUN en medir capacidades cognitivas y competencias pedagógicas en los docentes es útil un reciente informe del BID (2020). Pone en relación a los maestros con altos rendimientos en las PUN en 2015 y 2017 con el logro de competencias en chicos y chicas de cuarto de primaria medidas en la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) del 2018.

El informe del BID se sirvió del modelo “valor-agregado” docente (TVA, por sus siglas en inglés), que busca estimar el peso del “factor docente” en la obtención de mejores resultados de aprendizaje estudiantil en comprensión lectora y razonamiento matemático. Precisando que los resultados de aprendizaje en los chicos y chicas son multivariables. Cuando se habla del “factor docente” se alude entonces a una probabilidad.

Los hallazgos mostraron una correlación mayor y significativa entre el puntaje obtenido por docentes en la sección Conocimientos pedagógicos de la PUN y el “factor docente” en el logro de resultados de aprendizaje estudiantil. La segunda correlación más significativa se dio con la sección Razonamiento lógico, 0.17 a 0.34. El estudio del BID concluye que el promedio de las tres secciones de la PUN tiene un “poder de predicción mayor” del “valor agregado” docente que las secciones individuales.

De la prueba Descentralizada, el estudio señala una “correlación no significativa” entre buenos resultados en la prueba alcanzados por los docentes y el “valor agregado” docente en el logro de la competencia razonamiento matemático en estudiantes. Se encontró, sin embargo, una “positiva y significativa correlación” entre la sección Observación en clases y el “valor agregado” docente en el logro de competencia comprensión lectora. De otro lado, no se registra una correlación “robusta” entre la sección Experiencia docente y el “valor agregado” docente. La alta “discresionalidad” de la prueba Descentralizada explicaría estas bajas correlaciones, entre otros factores.

A la luz de los hallazgos, la declaración del ministro Gallardo, que a los docentes “su ejercicio de la docencia en el aula ya los califica y deberían estar nombrados hace tiempo”, se apoya más en una idea de sentido común arraigada en el magisterio que en los hechos: un maestro viejo no sabe más por viejo, sino más bien por diablo. Los profesores con veinte años de docencia pueden ser admirables Amautas o grandes rémoras.

Los hallazgos del informe del BID debieran ayudar a desmontar mitos y a asentar ideas con mejores basamentos. La PUN parece ser una herramienta útil, aunque cabe considerar algunos ajustes (el informe sugiere mayor peso a la sección Conocimientos pedagógicos). Mientras que la prueba Descentralizada sería un instrumento todavía en construcción.