Proteger a quienes nos protegen

¿Quiénes son los “defensores ambientales”? Son aquellas personas valientes que deciden enfrentarse a actividades que causan daños al ambiente en sus territorios. Por ejemplo, las comunidades indígenas de la Amazonía norte que se organizan para rechazar la minería ilegal que contamina sus ríos; los líderes indígenas de Ucayali y Huánuco que resisten el ingreso del narcotráfico y los taladores ilegales; las mujeres de Espinar que denuncian la contaminación de sus aguas con metales pesados en zonas de intensa actividad minera; y los defensores de los bosques secos de la costa norte, por nombrar algunos.

Al defender sus territorios, ellos también protegen el ambiente del que todos dependemos. Pero en su lucha enfrentan la violencia y la muerte. En el Perú, el año pasado fueron asesinadas seis personas defensoras, según el registro internacional que lleva la organización Global Witness: Arbildo Meléndez, apu cacataibo de Huánuco; Gonzalo Pío Flores y Lorenzo Caminti, líderes asháninkas de Junín; Jorge Muñoz Saavedra, defensor de Batán Grande, Lambayeque; Roberto Carlos Pacheco, en Madre de Dios; y Santiago Vega Chota, comunero de la comunidad nativa de Sinchi Roca, en Ucayali.

Es que el narcotráfico, la minería y la tala ilegal y los traficantes de terrenos no se andan guardando las formas.

Por eso, es urgente que el Estado haga su parte y garantice la vida y la seguridad personal de los defensores y defensoras ambientales. En ese sentido, es motivo de expectativa que la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, haya incluido en su discurso ante el Congreso una mención a esta grave problemática, comprometiéndose a consolidar el marco de protección para personas defensoras ambientales. Pero el Estado necesita ser más proactivo, pues muchas veces las garantías otorgadas por el Ministerio del Interior se convierten simplemente en papel mojado en sangre.