¿Por qué hay agrupaciones políticas a las que les interesa promover las elecciones primarias y a otras no? El politólogo Martín Tanaka explica que “los partidos con tendencias internas y candidaturas en competencia parecen inclinarse por las primarias. Los partidos cascarón y los parlamentarios con vínculos con movimientos regionales quieren suspenderlas. También los partidos con cúpulas jerárquicas que no quieren perder el control de la selección de candidatos”.
Si nos atenemos a esta descripción, podremos señalar que el debate que se está produciendo en el Congreso de la República para sacar adelante una contrarreforma electoral, y que tiene como una de sus primeras víctimas a las elecciones internas –primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, PASO–, está apostando por impedir un mayor juego democrático al interior de las pocas organizaciones políticas más o menos serias.
En el caso de las instituciones políticas que tienen mayor relacionamiento con los movimientos regionales y manejan desde allí sus cuotas políticas, tampoco les interesa promover las primarias. Ni tampoco a los partidos que son puros logos, marketing, y a los que, mayormente, son “vientres de alquiler” menos.
Por eso, podría decirse que las elecciones primarias “ya fueron” y que con ello se está produciendo una ola de contrarreformas que van a querer perpetuar los mismos rostros políticos de los últimos 25 años y que seguirá la vieja usanza del pisco y la butifarra, o del táper, en su versión moderna.
Fuerza Popular, a través de Patricia Juárez, la exrepresentante de Castañeda Lossio, ha utilizado la pandemia y la incertidumbre generada por esta etapa de cuarentenas y límite en los aforos para producir un texto sustitutorio en el que se eliminan las primarias, para dar paso a lo mismo, o casi lo mismo. Candidatos que pueden inscribirse al filo del cierre, militantes que pueden ir y venir de una a otra organización, y la cúpula partidaria, intocable.
Ese texto está siendo discutido y cuestionado por las fuerzas políticas, y se espera algún resultado, aunque el sistema electoral, compuesto por el JNE, la Reniec y la ONPE, se la ha puesto fácil, y los tres optaron por señalar que tenían dificultades para realizar elecciones primarias para los comicios regionales y municipales del 2022. Hablan de imposibilidad material bajo estándares adecuados dadas las limitaciones organizativas y normativas existentes.
Por ello y sin respaldar las iniciativas que se están gestando en el interior del Congreso, alentadas por las expectativas electorales del 2022, el sistema encabezado por el JNE renuncia a la convocatoria de las PASO y abre juego a los viejos cálculos y cubileteos.