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El estilo Castillo

“¿Perdón? ¿Qué diablos dice que dijo? Ni la menor idea, pero, por si acaso, ¡corramos a comprar dólares!”.

Tratar de encontrar un sentido claro y unívoco a alguna de las declaraciones del presidente Castillo es más difícil que poner a Guido Bellido en modo mute. El mandatario del sombrero tiene un estilo tan, digamos, vago, ambiguo, borroso, impreciso, que cada vez que dice algo puede estar diciendo exactamente lo contrario e intentar descifrar sus mensajes puede costar el fallecimiento de varias neuronas, por lo que lo más aconsejable es dejar que el tiempo, y Vladimir Cerrón, decidan el rumbo de sus pensamientos, como siempre.

Pero, ojo, Castillo no habla como habla porque su lengua materna sea el quechua (que no lo es) ni porque tenga deficiencias sintácticas mayores que las del peruano promedio. No. Lo hace justamente para no decir nada, para no comprometerse, para despistar. Podría jurar que se pasa horas eligiendo la frase más gaseosa posible, para, luego, no tener ningún problema en sostener la idea contraria sin pestañear. Como cuando a los congresistas que lo visitaron la noche de la interpelación a su ministro de Trabajo les aseguró que la cuestión de confianza no estaba en su cabeza y, al día siguiente, no tuvo empacho en declarar que, “tanto la cuestión de confianza, como la censura, forman parte del equilibrio de poderes”, lo que, por cierto, tampoco impidió que, días después, señalara su molestia porque “en algunos espacios se ha metido el chip o el virus de la interpelación y las censuras”. Plop.

La lista de cantinfladas es interminable y puede resultar hasta divertida –”No estamos acá para hacer ningún gesto para desestabilizar, dividir, ni golpear la democracia” o “Acá no hay una hoja de ruta, acá no hay que ‘voltéate a la derecha’”–, pero, cuando se refieren a la economía, uno no puede evitar sentir escalofríos. Un ejemplo: “Pido a las empresas privadas tranquilidad. Las cosas pasan por nosotros, no por segundos o terceros. En ese marco lo hemos dicho siempre”. ¿Perdón? ¿Qué diablos dice que dijo? Ni la menor idea, pero, por si acaso, ¡corramos a comprar dólares!

Maritza Espinoza

Choque y fuga

Periodista por la UNMSM. Se inició en 1979 como reportera, luego editora de revistas, entrevistadora y columnista. En tv, conductora de reality show y, en radio, un programa de comentarios sobre tv. Ha publicado libro de autoayuda para parejas, y otro, para adolescentes. Videocolumna política y coconduce entrevistas (Entrometidas) en LaMula.pe.