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Segundas que son primeras

“Mi corresponsal ha advertido que en Chachapoyas la brecha es más pequeña de lo que sostienen las cifras oficiales, y se debe a personas que como él ya fueron vacunadas dos veces, pero cuyos datos no fueron bien ingresados al sistema, la segunda vez que pasaron por el vacunatorio”.

Un amigo me escribe desde Chachapoyas, planteándome su experiencia sobre la brecha de vacunación representada por personas que no regresan por su segunda dosis, y así reducen su protección. Su caso es ilustrativo, y debería propiciar una revisión de las cifras, y a partir de allí un giro en la campaña sobre el tema.

Mi corresponsal ha advertido que en Chachapoyas la brecha es más pequeña de lo que sostienen las cifras oficiales, y se debe a personas que como él ya fueron vacunadas dos veces, pero cuyos datos no fueron bien ingresados al sistema, la segunda vez que pasaron por el vacunatorio.

Así, esta persona no aparece en los registros como vacunado con una primera y luego una segunda dosis, sino con dos primeras, con lo cual ha pasado a convertirse en protagonista de dos brechas de vacunación. Sostiene, además, que conoce otros casos iguales de personas a su alrededor, lo cual sugiere una situación difundida.

Esto podría estar apuntando a un problema en la estrategia de vacunación, donde las autoridades de salud que esperan el regreso de muchas personas por su segunda dosis en realidad están persiguiendo a un grupo menor, o incluso bastante menor. Lo cual en algunos lugares se traduciría en una pérdida de tiempo.

Las segundas dosis disfrazadas de primera dosis también son un problema a la hora de demostrar que la persona está cabalmente vacunada. Un testimonio necesario en un creciente número de situaciones. Los ciudadanos podrían empezar a prestar más atención a cuál es la dosis que están recibiendo, y cómo figura en su tarjeta.

Seguimos la pandemia a través de las cifras oficiales. El número de contagios que aumenta cada día nos dice que el virus sigue actuando. La reducción de las muertes diarias a cero hace un par de días habla de un efectivo avance. La alta concurrencia a las ferias de vacunación es señal de una actitud positiva entre la población.

Pero es importante que las cifras sean veraces y precisas. No solo por respeto al público, sino para asegurar la eficiencia de la gestión sanitaria. En un primer momento hubo una tendencia a ocultar o minimizar los datos, y a partir de allí costó mucho restablecer el prestigio de la evidencia inmunológica.

La República

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