Senamhi: alerta roja por fuertes vientos y lloviznas

Talibanes, capítulo dos

“Una hipótesis que circula ve a Afganistán hoy como un vacío geopolítico, que pronto será llenado por otra potencia. La más mencionada es China, que podría entrar como lo hace en África, sin hacerse mayores problemas con el estilo de gobierno”.

La salida de Afganistán terminó siendo mucho más de lo que parecía. No solo por el fiasco de la retirada en el aeropuerto de Kabul. También por la división de opiniones en los EEUU por esa decisión, que antecedió a Joe Biden pero que él cumplió. Los propios talibanes no parecen tenerlas todas consigo: la victoria podría tener aspectos pírricos.

Afganistán se invadió por considerársele una importante plataforma de lanzamiento del terrorismo islámico. Hoy, sobre todo gracias al ISIS hay de esas plataformas por todas partes. Uno de los motivos por los que los EEUU han retirado sus tropas es que los 20 años en ese país no tuvieron impacto en el estado de la cuestión terrorista.

Biden ha dicho que Washington tiene hoy desafíos más importantes, que es necesario atender. En este sentido Afganistán es un mensaje para quienes albergan esperanzas sobre los EEUU desde un país pequeño, sobre todo si este tiene poco que ofrecer. En verdad hace tiempo que los EEUU son un policía mundial desganado.

Una hipótesis que circula ve a Afganistán hoy como un vacío geopolítico, que pronto será llenado por otra potencia. La más mencionada es China, que podría entrar como lo hace en África, sin hacerse mayores problemas con el estilo de gobierno o las sombrías políticas sociales de los talibanes en el poder.

Sin embargo la China inversionista tiene resquemores frente a las condiciones de seguridad en Afganistán. Hay dudas sobre la capacidad de los talibanes para mantener paz suficiente en un país con 40 millones de habitantes y una constante conflictividad. A Beijing no le gustaría tener que dar apoyo militar para promover sus negocios.

Algunos piensan que 20 años del lado perdedor de la guerra ha modernizado algo a los talibanes, incluso por el lado de una leve tolerancia. Ha habido tempranos intentos de lavarse la cara, pero no es un cambio lo que muestran los comentarios y fotos de los ganadores. El fundamentalismo social sigue siendo el mismo.

Además los primeros atentados del Estado Islámico en el país plantean la posibilidad de una nueva guerra civil entre radicalismos musulmanes. De ser así, la partida de los EEUU le habrá servido de poco a la población.

La República

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