Así quedó la tabla de posiciones del grupo A en la Libertadores

Bien... pero un canciller no hace verano

Dúo dinámico: ¿sanguijuelas molestas o que solo fingen?

Más allá del beneficio que la designación del embajador Óscar Maúrtua traerá para la diplomacia en gestión pública, como la obtención de vacunas, esta decisión del presidente Pedro Castillo es una señal relevante sobre lo que puede o quiere ser su gobierno en el futuro.

Esta pequeña columna planteó el jueves que la decisión del reemplazante de Héctor Béjar en Torre Tagle abría la oportunidad para que el presidente Castillo rectificara o ratificara el rumbo radical y absurdo por el que optó al inicio de su gobierno, hace 26 días.

La elección de Maúrtua –tras varios días, lo que implica que no fue una decisión fácil– parece, a primera vista, una opción por la rectificación hacia un mejor gobierno, en vez de una ratificación de la ruta por lo radical-absurdo.

Eso se desprende de la reacción airada del dúo dinámico –'del centro’– de ese par de coches bombas contra el buen gobierno que son Vladimir Cerrón y el congresista Guillermo Bermejo, quienes tuitearon diciendo que la designación de Maúrtua no representa a Perú Libre ni a un gobierno de izquierda, por su “política injerencista y servil” hacia Estados Unidos.

Quizá esa reacción explique el road show mediático de Cerrón del fin de semana pasado, como el zorro que explica que no saca las uvas porque están verdes y no elevadas. Pero también podría ser el caballo de Troya de la sabandija que quiere confundir al rival para darle confianza y luego dar el zarpazo.

Asumiendo la primera hipótesis, es decir, que el nombramiento de Maúrtua en la cancillería es una expresión de que la influencia de Cerrón está perdiendo peso, se podría estar dando, en efecto, el inicio del avance del gobierno de Castillo hacia la rectificación.

Proceso que, de confirmarse, lo que aún está por verse, y que, si efectivamente ocurre, no será lineal sino enredado, confuso y a trompicones, indicaría que Castillo estaría girando hacia el gobierno menos radical, absurdo e ineficiente, que es lo que requiere una administración de izquierda -lo que no está en duda- para no defraudar y conseguir logros claves para la ciudadanía.

Pero un canciller no hace verano. El desafío del buen gobierno sigue pendiente, y pasa por otro gabinete sin Guido Bellido y el combo Cerrón.

Newsletter Augusto Álvarez Rodrich en LR

Suscríbete aquí al boletín de Augusto Álvarez Rodrich en La República y recibe en tu correo electrónico, todos los viernes, las ediciones de su programa “Claro y directo” y su columna diaria.

La República

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.