Mandato popular

Encuesta IEP revela mayor apoyo a cambios dentro del modelo económico y la Constitución del 93.

Hay varias tareas pendientes que deben ser abordadas con prioridad por el Gobierno del nuevo presidente Castillo, quien ayer recibió sus credenciales y expuso sus planes de poner primero en la agenda la lucha contra la pandemia y la reactivación económica. Urge bajar la incertidumbre y dar luces sobre los cambios que se propone realizar.

Así lo muestra la encuesta del IEP correspondiente a julio, que aborda, entre otros aspectos, el cambio de modelo económico y la reforma constitucional, en los que es mayoritaria una posición bastante alejada de los cambios radicales y que más bien apuesta a transiciones menos traumáticas.

En su mayoría, la población se inclina por algunos ajustes al modelo económico. Los resultados son muy claros al respecto. El 61% quisiera que se hagan ajustes, un 23% quisiera el cambio total, mientras que un 15% no aspira a ninguna modificación. Esta posición proclive al cambio total es mayoritaria entre pobladores del sur, del Perú rural y en los sectores socioeconómicos D/E. Es decir, los votantes de Castillo en primera vuelta.

Con la nueva Constitución, la posición de los peruanos es muy similar. Un 23% quisiera una nueva carta constitucional. Un 58% considera que debería mantenerse la carta del 93, con enmendaduras, y un 18% asegura estar a favor de no tocar nada. Es decir, la población apuesta mayoritariamente por el cambio, pero sin rupturas drásticas, sino más bien adaptaciones y ajustes. En Lima metropolitana hay mayor resistencia a una nueva Constitución.

La incertidumbre, ese sentimiento que nos llena de angustia y ansiedad porque nos faltan certezas sobre el futuro, embarga a un sector de la población que además está en la edad productiva, de 25 a 39 años. Un muy alto 29% se debate en la incertidumbre cuando le preguntan sobre las perspectivas ante un Gobierno de Pedro Castillo. Otro 50% mira el futuro con esperanza y confianza, mientras que un 19% tiene sentimientos negativos de temor o cólera.

No contribuye mucho la presencia no explicada de Vladimir Cerrón en medio de las negociaciones para la conformación del gabinete y otras decisiones de Gobierno. Es oportuno recordar que se trata de una persona con alta resistencia (85% no está de acuerdo con su participación). Y esa cifra supera el 90% en Lima metropolitana (92%).

Urge adoptar medidas claras para devolverle a ese 29% la fe y el optimismo. Las rutas para lograrlo parecen claras, las personas quieren cambios sin zozobras y medidas correctivas en un clima de mayor serenidad que el que hemos vivido recientemente.