Conspiraciones

Esta semana nuevos hechos volvieron a dilatar la proclamación del ganador o ganadora de la contienda electoral. Fueron los casos del sorpresivo retiro del magistrado Luis Arce Córdova, que dejó sin quorum al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para terminar las audiencias de apelaciones de actas observadas, y la difusión de audios en los cuales se escucha al detenido y condenado Vladimiro Montesinos tramando alterar los resultados de la votación a fin de favorecer a Keiko Fujimori.

Arce da el portazo denunciando a sus colegas del JNE de falta de transparencia en el manejo de sus resoluciones, lo que generó la paralización de las audiencias cuando aún falta resolver 260 recursos de apelación de actas presentados por Fuerza Popular. En su reemplazo juró ayer el fiscal supremo Raúl Rodríguez Monteza, para proseguir con ese proceso.

Montesinos, por su parte, no obstante que cumple prisión en una celda de máxima seguridad de la Base Naval del Callao, reaparece en escena dando directivas por teléfono al exintegrante del Comando Chavín de Huántar, Pedro Rejas Tataje, con el propósito de alterar el resultado de las elecciones. Insólito. ¿Cómo puede operar tan tranquilamente? Esto es una burla a los peruanos. El caso debe ser investigado a fondo para castigar a los responsables y al detenido.

En el trasfondo de la escena, los peruanos ya manifiestan malestar y hartazgo por toda esta guerra de declaraciones, conspiraciones, marchas por las calles e insultos. La incertidumbre de los resultados electorales empieza a afectar la economía y agudiza la crisis política. Se esperan soluciones pronto.