Pleno respaldo

Es una espiral peligrosa la que están propiciando quienes se mantienen en negación de la realidad y sostienen la indefendible teoría del fraude masivo, mientras avanzan paso a paso por una ruta que nos lleva directamente al caos y a la dictadura.

Primero quisieron anular actas, revisar firmas, descalificar al sistema electoral y negar resultados. Luego vino la acción inconstitucional de un magistrado relacionado con los “Cuellos Blancos”, que se aparta para dejar sin quórum al Pleno del JNE en un momento en que se están descalificando todas las apelaciones presentadas por Fuerza Popular.

Ahora, proponen un reconteo imposible mientras siguen minando la precaria estabilidad nacional y se juegan el todo por el todo detrás de una quimera: cambiar el resultado electoral para que satisfaga sus expectativas, aunque con ello se arrase con las normas, se desconozca la autoridad del organismo rector electoral y se coloque a la población ante la opción de la revuelta y la guerra civil.

¿Cuál es la posición de los demócratas y de quienes queremos evitar este enfrentamiento prolongado y reconocemos el resultado electoral así nos disguste? Fomentar el pleno imperio de la ley y el reconocimiento al Jurado Nacional de Elecciones, sus decisiones y fallos, como definitivos, vinculantes e inapelables. Ese es el espíritu de la Constitución, y cualquier acción fuera de este marco legal es un intento de golpe de Estado y una vulneración del Estado de derecho.

Acompañan este enfoque democrático y de pleno respeto de la voluntad popular países como Estados Unidos de Norteamérica, la Unión Europea, organismos internacionales como la OEA, Transparencia Internacional, misiones de observadores internacionales, entre otros. Además de señalar que los resultados se han realizado con apego a la ley, que las elecciones fueron un ejemplo para la democracia de la región y que el proceso del 6 de junio ha sido libre y transparente.

Queda un pequeño tramo por recorrer, en el que aún se tendrá que resolver impugnaciones antes de la proclamación del nuevo presidente del bicentenario. Mientras tanto, sensatez y buen juicio para evitar un grave daño a un país ya tan golpeado por la pandemia y la crisis.