Respetar resultados
“Mantengamos la serenidad y esperemos resultados oficiales”, es la recomendación del presidente Sagasti.
Mañana acudiremos a las urnas a votar por segunda vez en este proceso electoral. Será el fin de una campaña muy controvertida, totalmente desigual, con una enorme polarización y que mantiene al país en un estado de alerta a la espera de resultados.
Somos más de 24 millones los que estamos habilitados para ir a nuestro centro de votación a ejercer nuestro deber ciudadano y también nuestro derecho a elegir libremente, con la seguridad de que se respetará la voluntad popular, sean cuales fueren los resultados.
Este fue el mensaje del presidente Francisco Sagasti, quien invocó a ambos candidatos a mantener la serenidad y esperar resultados oficiales. También demandó que se respeten los resultados que mañana arrojen las urnas.
El llamado presidencial no cae en vacío. Los organismos electorales apoyados por las instituciones públicas ya se desplegaron para que se cumpla a cabalidad con los dos compromisos que debe garantizar cualquier gobierno de salida en estas circunstancias: transparencia y neutralidad.
A los organismos internacionales que serán veedores del proceso electoral los acompañarán representantes de la Defensoría del Pueblo, Fiscalía y Poder Judicial; mientras se movilizan las Fuerzas Armadas y Policiales en los recintos electorales. También es momento para que los miembros de mesa elegidos en este proceso cumplan con su deber cívico y se presten a ocupar sus posiciones.
La transición de un gobierno a otro se iniciará una vez que los resultados oficiales se conozcan, y el presidente Sagasti ha invocado a que se haga de inmediato, “desde el primer día”. Es una buena decisión porque permitirá al nuevo gobierno, además de conocer la situación de cosas en el Estado, poner fin a la inestabilidad política que nos ha mantenido en vilo en estos largos meses entre la primera y segunda vuelta.
Tenemos que hacer votos para que el conteo y la publicación de resultados oficiales se realicen en un clima de tranquilidad y paz. El Bicentenario debe ser una apuesta al futuro y a la unidad de los peruanos en cumplimiento de la promesa republicana: “Firme y feliz por la unión”.
