Pronto pollos por las nubes
“Ahora un dólar volátil, con momentos por encima de los S/ 3.80, está empezando a elevar los precios de los productos con un componente importado. Los alimentos de la canasta básica destacan en esa lista”.
La inflación alimentaria ha comenzado a acelerarse en el mundo. El índice de precios globales de la FAO indica un aumento de 40% en mayo pasado, el mayor salto desde el 2011. Hay una tendencia inflacionaria general directamente ligada a los desórdenes económicos causados por la pandemia. Los países pobres están, por supuesto, llevando la peor parte.
Pero no es solo la pandemia. Un informe de Rabobank da algunos factores adicionales. El debilitamiento del dólar en el mundo, la especulación y la creciente demanda de los países importadores están empujando hacia arriba los precios del trigo, el maíz, la soya, el azúcar y una lista de otros commodities alimentarios usados en la preparación de la comida diaria.
A lo anterior debe sumarse que algunos importantes países agrícolas están empezando a colocar barreras a las exportaciones de sus productos alimenticios más importantes, como una forma de aumentar su seguridad alimentaria. En la región está sucediendo con la soya del Brasil y la carne de Argentina. Esta reducción de la oferta también está presionando sobre los precios internacionales.
Hasta que el dólar empezó a subir con fuerza hace un par de semanas, los pronósticos de inflación para el Perú se mantenían en lo esperable. Ahora un dólar volátil, con momentos por encima de los S/ 3.80, está empezando a elevar los precios de los productos con un componente importado. Los alimentos de la canasta básica destacan en esa lista.
Gestión informa que el dólar está afectando el precio en uno de cada tres alimentos de la canasta básica. Añade que “el precio de los insumos importados se ha elevado en un 30% en los últimos siete meses”. A esto hay que yuxtaponer que una parte importante de la población ha sufrido una fuerte reducción de los ingresos desde que llegó la pandemia, sin perspectivas de una recuperación rápida.
Los precios de los alimentos por las nubes son un componente clásico de las movilizaciones sociales de protesta. En el Perú este aspecto del malestar viene siendo mitigado por los temores de la pandemia y los furores de la campaña electoral. Pero eso tiene un límite, y el próximo gobierno va a encontrarse con fuertes reclamos originados en la mesa familiar.
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