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La apuesta de Chile

El vecino país elige a quienes elaborarán la nueva Constitución y a sus representantes locales y regionales.

Los chilenos, este fin de semana, decidirán quiénes ocuparán los 2.613 cargos de elección popular y determinarán quiénes serán los 155 constituyentes que redactarán su nueva Carta Magna. Se trata, sin duda, de una megaelección que transformará el rostro político y abrirá la puerta a una nueva era en el vecino país del sur.

La nueva Constitución será la primera nacida en democracia y redactada en forma paritaria, por lo que indican que tendrá garantizado el enfoque de género. Por primera vez existirá un voto especial para los representantes de diez pueblos originarios, que participarán en la redacción del nuevo texto. Mapuches, aimaras, diaguitas y otras siete comunidades más estarán representados y sus voces incorporadas en las discusiones constitucionales.

Se estima que el nuevo texto deberá estar redactado en un año y que entrará en vigencia hacia mediados de junio del 2022. El padrón electoral de estos comicios en los que se eligen alcaldes, gobernadores, concejales y constituyentes alcanza casi los 15 millones de ciudadanos, pero la pandemia podría alejar a muchos de las urnas. Como en otros países de la región, en Chile desde el 2012, el voto es voluntario.

Como se recuerda, la gran movilización popular de octubre del 2019 y la grave crisis política y social fue respondida con una salida institucional, convocando a un plebiscito para elegir entre una reforma de la carta fundamental o desterrar la última gran herencia de la dictadura militar. El 78% de los ciudadanos decidieron que Chile necesitaba un nuevo pacto social.

También se elegirá por primera vez a los gobernadores en elección popular porque estas autoridades eran designadas por el Ejecutivo, en las últimas décadas. Son 16 regiones, una de ellas la Metropolitana, que elegirán a sus autoridades.

Con la presidenta Michelle Bachelet se dieron los primeros pasos para modificar un modelo heredado de Pinochet en el que el presidente elegía a los intendentes regionales. Ahora a la figura del intendente se le sumará un gobernador elegido con voto popular.

Se trata de un gran paso hacia una reforma del sistema político, porque además de la elección de autoridades democráticas en las regiones, estas serán unidades políticas con voz propia y presencia en la discusión de la agenda pública. La descentralización se abre paso ante un centralismo histórico generador de grandes tensiones entre Santiago y las regiones, y marca el inicio de una nueva etapa.