Estrecho laberinto estadístico
Al aparente exceso de opciones estadísticas de ayer domingo es imposible no sumar las burdas encuestas falsas lanzadas por algunos candidatos inescrupulosos.
Si una encuesta confundía, dos encuestas y un simulacro aparecidos el mismo día complican las cosas hasta el absurdo. No bastaba que los principales candidatos estuvieran apretujados al grado de volver cualquier resultado posible. Ahora hay tres sondeos, de dos encuestadoras, entre los que se puede elegir, si esta es en efecto la palabra.
La triplicación sirve para recordarnos que ninguna consulta previa al electorado tiene un valor absoluto. En esto tres sondeos yuxtapuestos son más ilustrativos que uno solo, no solo en lo que coinciden sino también en lo que difieren. Al final no se escoge entre sondeos sino directamente entre candidatos a la hora final.
Al aparente exceso de opciones estadísticas de ayer domingo es imposible no sumar las burdas encuestas falsas lanzadas por algunos candidatos inescrupulosos. Por más que se les desmienta, siempre quedarán algunos atrapados en las redes. La mentira proclamada a grandes voces se ha convertido en un socorrido instrumento de campaña electoral.
La proximidad entre porcentajes de las encuestas fidedignas complica todavía más las cosas a una semana de las elecciones. Hay candidatos que están subiendo en un sondeo, bajando en los demás, con lo cual es difícil trazar una línea más o menos segura. La frase según la cual cualquiera puede ganar ha cobrado un nuevo tipo de realidad.
Con semejantes cercanías cada voto individual está pasando a valer mucho más, lo cual predice fuertes polémicas sobre el conteo de los votos emitidos. Los reclamos van a multiplicarse. Más de un candidato ya está descalificando las encuestas y sugiriendo que perderá la elección debido a irregularidades en todo el proceso electoral.
A estas alturas todo candidato puntero con dos dedos de frente debe saber que su victoria en la primera vuelta es posible, pero no está asegurada. Una invitación a la taquicardia. Por lo pronto en IEP y en Ipsos el puntero es quien mayor porcentaje ha perdido en este último tramo. Pero en Ipsos sigue primero, mientras que IEP está en cuarto lugar. El método de consulta es todo.
No habrá nuevos sondeos que nos iluminen de aquí al próximo domingo, más allá de algunas constataciones menores. Con lo cual la semana electoral que comienza toma la forma de un salto al vacío.
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