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Vacunas en orden

Más allá de las quejas por la falta de vacunas, es el desorden el que parece imperar en su aplicación y que está convirtiendo la vacunación en una selva.

El Plan Nacional de Vacunación con el que iniciamos el proceso de aplicación del antídoto contra el coronavirus no se cumple y no solo está desfasado con las fechas, sino que ha sido perforado por un conjunto de personas e instituciones que se han metido en la cola sin reunir las condiciones para acceder a las vacunas.

Cuando se inició el proceso, se señaló que la primera línea estaba compuesta por médicos, enfermeras, técnicos y personal que labora en hospitales atendiendo a las víctimas del Covid-19; luego eran los adultos mayores en orden de mayor a menor edad; el personal militar y de la policía y también se incluyó en el primer grupo a las personas que tenían algún mal preexistente que las hacía más vulnerables a la pandemia.

Hasta ahora, el personal de primera línea no logra vacunarse en su totalidad, recibimos permanente información de personas con más de 90 años, pensionistas o no, que no forman parte de ninguna lista; y personas con dolencias que las ponen en grave riesgo, que ni siquiera están siendo tomadas en cuenta.

Por el contrario, hay graves denuncias de aprovechamiento de las vacunas en las regiones, donde han sido vacunadas personas por razones de parentesco o cercanía con el poder político, sin que sepamos de ningún proceso judicial abierto contra los responsables.

Hay que añadir el escándalo surgido con los colegios profesionales, donde han sido vacunados, o están en proceso de serlo, numerosos profesionales de menos de 40 años, que están atendiendo en forma virtual y que tienen mínimas posibilidades de contagio, como es el caso de los colegios de sicólogos, odontólogos o biólogos.

Tanto es deber del Minsa como de EsSalud garantizar el orden y la priorización para quienes son más vulnerables. Y eso no está sucediendo. Todavía no se cumple con la vacunación de los mayores de 90. En Piura, por ejemplo, se señala que no hay un solo adulto mayor vacunado. Y más allá de la renuncia del viceministro Percy Minaya y de las reconvenciones de la Defensoría del Pueblo, no hay nadie siendo investigado ni un proceso abierto contra nadie.

Este desorden, cuando no hay muchas vacunas, será el total caos con la llegada de un lote más grande anunciado para este mes. Por eso, urge que las autoridades del Gobierno pongan orden en el Minsa y EsSalud y abran procesos contra los responsables de esta selva en la que se ha convertido la vacunación, ordenen nuevamente los listados, actualicen el Plan Nacional y sean transparentes. A poco menos de 3 meses de dejar los cargos, es lo mínimo que se puede esperar.