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Pacto entre caballeros

“La desvalorización y cosificación que hacen de las mujeres es violencia. Varones, rompan el pacto”.

Una imagen de Trump junto a varios funcionarios (todos hombres) firmando un documento que revertía medidas que garantizaban el acceso de miles de mujeres a métodos de planificación familiar y abortos seguros se hizo viral. Se trata de una representación de poder y una advertencia clara sobre el funcionamiento de la sociedad: somos los mismos varones blancos, heterosexuales (al menos de cara al público) y con dinero los que seguiremos moldeando el mundo a nuestro gusto y semejanza.

Pasa también con la naturalidad con la que muchos políticos hombres hablan de las problemáticas que afectan a las mujeres y su postura contra el avance en cuestiones de derechos sin tener no solo la más mínima formación en cuestiones de género, sino también tan poca o nula empatía. Se reconocen y evidencian el pacto patriarcal que muchos varones se resisten a cuestionar (mucho menos a romper).

Este pacto pasa por distintos niveles y está presente en nuestros congresistas, candidatos, hasta los jefes, dirigentes políticos y compañeros de trabajo que minimizan tus opiniones en una reunión, pero que sí se alaban entre ellos, tus amigos que tienen un grupo de WhatsApp donde comparten fotos y videos íntimos de una exnovia, amiga o desconocida. No solo deciden por nosotras, sino que nos violentan e invisibilizan. Todo tras el escudo de la “experiencia’', la posición, y con la excusa de que es un chiste, una broma.

La desvalorización, infantilización y cosificación que hacen de las mujeres al no dejarnos estar presentes, hablar, elegir, vivir libremente nuestra sexualidad es violencia; y posicionarnos frente a ella es un acto político. El feminismo es la herramienta para desarrollarlo. También cuestionar la representación de la masculinidad que es la prepotencia y el machismo internalizado. La responsabilidad de los hombres en el feminismo, en la lucha por la igualdad, es apropiarse de sus espacios (que ya son muchos) y mirarse un poco el ombligo. Políticos, trabajadores, amigos, varones, rompan el pacto.

Lucia Solis Reymer

Casa de Brujas

Periodista y editora de género en Grupo La República. Licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y máster en Estudios de Género por la Universidad Complutense de Madrid.