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Alianza vs Boys: hora y dónde ver el partido

Una temible corte de los milagros

“El atractivo de la política para los infractores siempre se ha dado, pero en los últimos decenios ha crecido mucho. Quizás es el efecto de demostración”.

Cada vez aparecen más candidatos cuyo pasado los condena. En ciertos casos es venial, como papeletas. A veces es mucho más serio, como con la burrier puneña de APP. Algunas detecciones descalifican al aspirante, aunque los partidos siempre patalean. César Acuña quiere expulsar a la traficante de APP; su hijo Richard la ha defendido.

Hacerse cargo de faltas, delitos y crímenes, y todas las apelaciones del caso, podría volverse un costoso trabajo a tiempo completo de las autoridades electorales. Por el momento actúan en los casos que invalidan una candidatura, y dan información sobre los demás. Algunos medios de prensa colaboran con intermitentes campañas de revelaciones.

En el caso de las candidaturas de infractores no retirados de la competencia, de aquí a abril (o cuando sea) todo quedará olvidado, en un contexto donde el entusiasmo electoral suele barrer con toda consideración ética. Incluso un candidato probadamente pícaro puede ser una opción interesante para algunos, a los que llamaremos cómplices electorales.

El pícaro colabora en esa complicidad negándolo todo, revelando los problemas legales de algunos de sus competidores, denunciando el sesgo o la injusticia de las autoridades o los medios, o simplemente quedándose callado mientras la máquina partidaria hace su trabajo. Así es como el Congreso se va llenando de lo que ya sabemos.

Una publicitada página web con la lista y detalles de anticuchos de todo tamaño en la nómina de candidatos está a la orden del día. Esto ayudaría a hacer campaña contra los aspirantes comprobadamente indeseables. Como yapa, y en calidad de advertencia, podría figurar todo lo cometido a lo largo de los años por congresistas elegidos.

En términos generales los partidos no suelen darse por aludidos ante las infracciones, inconductas o ilegalidades de sus candidatos. Salvo que se trata de un caso capaz de llegar a las primeras planas, como este de la burrier con 12 kilos de cocaína en las alforjas. En los demás casos suele manejarse la norma de los ojos que no ven.

El atractivo de la política para los infractores siempre se ha dado, pero en los últimos decenios ha crecido mucho. Quizás es el efecto de demostración: que un pillo se beneficie de la política sin consecuencias mueve a otros similares a tentar suerte.

La República

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