Así quedó la tabla de posiciones del grupo A en la Libertadores

Sálvese quien pueda

“Nos enfrentamos a un Estado ineficiente”.

Tremendos debates se armaron en mis redes sociales tras conocerse que el gobierno permitirá al sector privado adquirir y comercializar las vacunas contra el Covid-19. Confieso que mi primer sentimiento fue de alivio.

Pensé que tal vez, aunque sea contando cada centavo, podría formar parte de ese pequeño grupo privilegiado que podrá pagar por una vacuna. Pero también me queda claro que quedaremos a merced de ese mismo sector que al inicio de la pandemia pensó solo en lucrar antes que en la vida de las personas.

Lo segundo que pensé es ¿y los demás? Qué pasará con el resto de mi familia y amigos con menos posibilidades, algunos apenas han sobrevivido. ¿Qué pasará si ni yo me la puedo pagar? Tendremos que esperar el turno de las vacunas que el Estado brindará, si es que no nos enfermamos y morimos antes, claro está.

Quienes en mis círculos personales defienden la medida lo hacen con el convencimiento de que esta ayudaría al Estado a enfocarse solo en los de menor poder adquisitivo o extrema pobreza porque un grueso sector de la población se podrá vacunar por su cuenta.

Suena bien, aunque de grueso ese sector no tenga nada. ¿Saben qué porcentaje de la población peruana tiene, por ejemplo, un seguro privado? Apenas el 6% según una investigación de QuePlan publicada por El Comercio.

Entiendo el entusiasmo de quienes probablemente sí puedan comprar una vacuna, es válido. Y, por supuesto, no estoy en contra de que el sector privado pueda acceder a ellas, lo que me parece injusto es que, siendo un tema de salud pública, en el que está en juego la vida de millones de personas, prevalezca el privilegio y se hagan más grandes las brechas.

No pretendo satanizar al que tiene y paga, cualquiera que pudiera lo haría, pero la salud es un derecho y deberíamos tener la posibilidad de recibir la vacuna en igualdad de condiciones. Contrario a ello, nos enfrentamos a un Estado ineficiente, que parece haber renunciado a sus obligaciones.

Me piden confiar en la eficiencia y compasión de los empresarios de la salud. Lo intento, pero luego recuerdo sus acciones abusivas e inhumanas durante la pandemia, incluso antes de ella, y se me pasa.

Patricia Montero

Palabra de Montero

Periodista de profesión. Ha trabajado en diversos medios de comunicación. Fue parte del equipo fundador de Canal N donde se desempeñó como Productora General, posición que también ocupó en ATV + participando desde la concepción del proyecto. Fue productora general del portal de noticias Espacio 360 y tiene experiencia en comunicación corporativa.