Esta Navidad

Más de 120 mujeres fueron asesinadas en Perú en lo que va del año. Y es probable que, previo al inicio de 2021, quizás días o unas horas antes, la cifra aumente. Que este fracaso como sociedad no quede en un artículo o reportaje de televisión, que los medios sean claros, que tomen postura. Sabemos que estos casos son una tragedia para muchas familias, que es indignante. Nuestra labor es reafirmar, como comunicadores, que fueron y son víctimas de la violencia machista normalizada en el Perú.

Nuestra responsabilidad es informar con responsabilidad. Eso quiere decir evitar la revictimización, el morbo, pero también denunciar y enmarcar estos casos como el resultado de un Estado machista, patriarcal y ausente en temas de políticas públicas de prevención.

Cada año nos encargamos de hacer balances, comparativas. ¿Cuántas mujeres muertas tenemos en relación a 2019? Tener estadísticas de la violencia de género es importante pero vacío si solo se queda ahí. Debemos ir más allá: profundizar, posicionarnos contra esta matanza de mujeres. Esta es la forma de activismo que calza con el periodismo que a muchos les cuesta aceptar. Porque hablamos de derechos, de proyectos de vida, de personas que mueren por haberse atrevido a nacer mujeres en un país que las violenta una y otra vez.

Decenas de feminicidios y transfeminicidios son ocasionados por varones, hijos sanos del patriarcado, pero avalados por policías, fiscales, jueces, congresistas, que atacan a las mujeres en el centro de sus vidas y niegan las libertades de las que quedamos con su indolencia.

Así como las lamentables muertes ocasionadas por la COVID-19, esta Navidad encontrará a víctimas directas e indirectas de la violencia machista: mujeres, hermanxs, hijxs huérfanxs, madres y padres. Mientras o después de celebrar la Natividad, la vida y salud, preguntémonos cómo aportamos desde nuestros espacios a mejorar o denunciar las deficiencias de la salud pública, la educación, a erradicar el machismo asesino, la indiferencia.