Heurística radical

Saber definir cuál es el problema es crítico para encontrar la solución. Hasta dónde llega el problema, cuáles son sus límites. Y la definición de un problema es lo que algunos llaman pensamiento estratégico.

En el mundo de los negocios, e incluso en la política, aprender a definir el problema es una virtud que se forja de dos formas: o con mucha experiencia en tiempos dilatados, o con mucha experiencia adquirida en procesos inmersivos, intensos.

Y más allá de las metodologías académicas rigurosas, la llave del éxito suele encontrarse en lo básico, en lo más evidente.

Se le atribuye al húngaro George Pólya la formulación de la heurística como una manera práctica de resolver problemas en base a lo más concreto de una situación. Para el efecto, postuló cuatro etapas de solución a los problemas: definir los límites del problema, crear un plan de acción de cuatro pasos –¡solo 4!–, llevar a cabo el plan y revisar e interpretar el resultado.

¡Qué fácil!, estará diciendo usted ahora. En efecto, es fácil. El drama y lo complejo está en tener la disciplina para lograr concretar las cuatro etapas.

¿Cuál es “la madre del cordero” en el drama nacional que vive el Perú? ¿Por qué estamos como estamos? Si como decía Sagasti una semana atrás, el drama se explica porque el Perú tiene una clase dirigente que no da la talla, entonces hemos definido el problema. Lo siguiente es simple: o reconvertimos a la clase dirigente del Perú o simplemente forjamos otra.

Nuevos tiempos demandan nuevos actores. Vamos a ver por dónde aparecen. Tal vez por donde menos se piensa.