La ciudadanía botó a Merino, debe irse ya
Se necesita fórmula que dé confianza hasta julio de 2021.
En medio del golpe realizado por un Congreso decadente que capturó el gobierno en beneficio de intereses particulares, el rechazo indignado de la gran mayoría de peruanos en las calles es motivo de orgullo que estimula una visión de un futuro optimista.
Las calles están llenas de ciudadanos no solo jóvenes, pues hay gente de toda edad, nivel socioeconómico e ideología, que marcha en protesta por muchos años de una política corrupta y mediocre, y que hoy tiene el rostro de esa parodia de presidente que se alucina que es Manuel Merino.
Este usurpador debiera reclamarles a quienes lo metieron con pata de cabra a palacio, y a quienes le pusieron un gabinete sin capacidad de conectar con la ciudadanía, especialmente con los jóvenes que hoy protagonizan la protesta.
El repudio en las calles de todo el país y de peruanos en muchas ciudades del mundo no es la única expresión del rechazo. Este también viene desde instituciones internacionales, de la iglesia católica, de la academia y, entre otros sectores, de la inversión privada.
Si sectores tan diversos toman distancia de la administración que ocupó palacio el martes, ¿a quién diablos representa esta collera que se metió a palacio de gobierno con ganzúa?
¿Cómo salir del impase? Pues ya no hay marcha atrás a Martín Vizcarra, quien tiró la toalla agobiado por sus actos de corrupción que se revelan.
Para empezar, que los partidos que lo pusieron a Merino con calzador en la presidencia –AP, APP, Frepap, Fuerza Popular, UPP y Podemos– carguen con su muerto, y que den la cara en vez de pretender zafar cuerpo, amenazando con no otorgarle la confianza al gabinete Flores-Aráoz para hacer creer que no tienen nada que ver con el Frankenstein que han construido.
En vez de insistir en un gabinete de matones con un ministro del Interior que reprime con dureza inaceptable a la ciudadanía, se debe avanzar a la salida de Merino, pues nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, con una fórmula creativa que proyecte confianza hasta el 28 de julio de 2021.
Mientras, los peruanos debemos seguir haciendo ruido y sentir orgullo de una ciudadanía que reacciona con espíritu democrático, lo que lleva a creer que el futuro solo puede ser mejor.
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