Perú y la inteligencia artificial
“Se imagina usted qué maravillas podríamos descubrir –para nosotros y la humanidad– en ese laboratorio natural que es nuestra selva amazónica –la segunda en extensión– usando IA”.
La semana que pasó tuve la suerte de compartir mesa de debate –digitalmente desde Oslo– con varios expertos peruanos convocados en el marco de la conferencia “TECHSUYO 2020”, para charlar sobre inteligencia artificial (IA) en el Perú.
¿No es muy atrevido pensar en IA, en un país como el Perú en donde hay tantas prioridades básicas por resolver? Pues, resulta que una de esas prioridades básicas en el mediano plazo –hablemos de 10 años– será la IA. Porque esta tecnología tendrá efectos sociales y económicos tan irreversibles que podría suponer el reforzamiento de más prejuicios, más racismo, más brechas y más pobreza.
Asumiendo que la digitalización de nuestras actividades está en un constante crecimiento sin punto de retorno, asumiendo que la capacidad de almacenar datos digitales es inimaginable, asumiendo que los costos de distribuir tecnología digital seguirán abaratándose, es claro que la posibilidad de interactuar con máquinas –y derivados– será la forma de hacer las cosas.
En ese escenario futurista, ¿tiene oportunidad el Perú? Yo creo que sí, en la medida en que sepa usar sus ventajas competitivas de manera inteligente –por favor, esta vez sí–. La IA requiere de volúmenes inimaginables de datos digitales –big data– los que se pueden obtener de casi cualquier cosa. Se imagina usted qué maravillas podríamos descubrir –para nosotros y la humanidad– en ese laboratorio natural que es nuestra selva amazónica –la segunda en extensión– usando IA. El cielo es el límite.
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