Forsyth entre bambalinas
La campaña 2021 debe ser de más ideas que de bailes.
Es una lástima que el alcalde de La Victoria George Forsyth haya decidido estrenar su inminente candidatura presidencial en un espacio televisivo de farándula en vez de hacerlo en un programa de corte político, pues puede ser señal no solo de cómo será su campaña sino la campaña 2021.
Forsyth, que aparece en pintas de cerros y paredes como ‘Yorch Forzay’ para ‘peruanizar’ su nombre, estuvo anteanoche en Magaly TV, la firme, bailando y cantando, sin admitir que será candidato presidencial para evitar una sanción más por hacer campaña ejerciendo el cargo de alcalde al que renunciará antes de este lunes 12 de octubre.
Esta modesta columna adelantó al inicio de julio que Forsyth ya tenía cerrado un trato –¿de alquiler-venta?– con Humberto Lay para usar su partido Restauración Nacional, luego de que no se concretara una operación similar con Daniel Salaverry. Así ha sido.
No se debe desdeñar que los candidatos cumplan ese ritual ‘paraacadémico’ de pasar por programas de farándula, humorísticos o deportivos, y hasta de armar desayunos salvajes el día de la votación, pues permiten recoger aspectos de su vida que también sirven al elector para tomar una decisión.
Pero empezar por uno de farándula, especialmente en el caso de Forsyth, parece contraproducente.
Primero, para el propio Forsyth, pues él ha estado cerca de esa farándula y pareciera que vuelve al elenco, casi como que fuera su casa. Empezar en Magaly TV, la firme y no, por ejemplo, en Panorama o Cuarto Poder, parece declaración del tono de su campaña.
Peor aún, por ser el puntero de la competencia, parece anuncio de cómo sería la campaña, un riesgo como el advertido ayer en esta columna: que no sea un proceso que permita abordar los temas de fondo en plena pandemia.
Dicen que quien va primero a estas alturas nunca gana, pero cualquier rival de Forsyth quisiera tener hoy el 23% sostenido que él tiene, sin decir mucho o casi nada, desde hace medio año.
A Forsyth se le ve como una buena persona, honesta, valiente y simpática. Puede ganar la elección y ser el próximo presidente de la república. Pero si eso ocurre, ojalá sea por las ideas con las que convenció al elector, y no por los bailes y cantos que hizo entre vedettes.
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