Precio del dólar hoy, 23 de abril

Dos pedidos

Es la hora de la eficacia.

Con distinto tono pero con igual preocupación, voceros de la Iglesia católica y el defensor del Pueblo han solicitado al Gobierno cambios en la estrategia para luchar contra la pandemia. El cardenal Pedro Barreto demanda un diálogo eficaz entre la sociedad y el Estado que lleve a enfrentar la pandemia con responsabilidad y esperanza con las propuestas científicamente fundamentadas y sustentadas, en tanto que Walter Gutiérrez reclama que se sustenten las decisiones en la mejor evidencia científica.

La Iglesia cree que la salud integral de la población peruana para superar la pandemia del Covid-19 debe encararse con eficiencia, fortaleciendo la acción solidaria desde las comunidades del Perú. Por su parte, la Defensoría subraya que el lamentable escenario actual es resultado de la clara deficiencia en la capacidad de gestión del Estado.

Los citados pronunciamientos no provienen de instituciones que durante la pandemia se caracterizaron por una crítica fácil a las acciones gubernamentales. Al contrario, se han mostrado dispuestas a colaborar en la emergencia. Por lo mismo, esta toma de posición no puede ser asumida como parte de la política contingente.

Es probable que la crítica más severa sea contra el discurso de responsabilizar del repunte de contagios a la población, señalada tácita y expresamente como irresponsable y desorganizada. Es cierto que un porcentaje de ciudadanos ha desbordado las prohibiciones, aunque por la incidencia de los casos, estos se registran en los sectores que deben de trabajar y buscar los medios de vida en condiciones muy desfavorables.

En ese punto, es atendible la opinión de la Defensoría sobre el retorno a las restricciones de derechos que ya se habían levantado como la cuarentena total los días domingos, tomada sin una debida motivación que evalúe su idoneidad, necesidad y proporcionalidad en disminuir la propagación del virus.

El cambio real de la estrategia no puede esperar. La lista de acciones forma parte de un consenso ante el cual solo se precisa de eficacia en el terreno. Ambas instituciones, con distintas expresiones, llaman a que el Gobierno apele creadoramente a la sociedad en un esfuerzo de resistencia organizada bajo una conducción idónea. Expresiones recientes, como la de la ministra de Salud en Puno, o las diferencias de enfoque entre voceros del mismo gobierno, deben ceder paso a un comportamiento liderado con la mejor disposición por el presidente de la República. Este temperamento debe enfocarse en las medidas posibles de ser asumidas con eficacia.