Reclamo general
Los poderes del Estado a la baja.
La reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) publicada por La República reporta el aumento de la desaprobación del presidente de la República, que se eleva a 40%, en tanto que su aprobación cae a 56%, diez puntos menos que el mes pasado, y 36 desde su punto más alto logrado en abril pasado.
Como un reflejo directo de la crisis nacional, las caídas más importantes de la aprobación presidencial se producen en el centro y sur del país, en los sectores socioeconómicos D y E, y entre los trabajadores independientes, los más golpeados con el desempleo y la disminución de los ingresos como efecto del cierre de la economía.
Otro dato importante del sondeo es la división existente en la opinión pública respecto a la credibilidad del jefe del Estado. Mientras el 52% de la ciudadanía considera que le cree “algo o mucho” cuando se pronuncia en sus mensajes a la nación, el 48% de encuestados señala que le cree “poco o nada”. Asimismo, poco menos de un tercio (31%) considera que el Gobierno maneja la crisis mal o muy mal, cifra más alta que el 17% de los peruanos que pensaba así el mes de julio.
La encuesta también constata la caída de la aprobación del Congreso, por primera vez desde que inició sus funciones. Su desaprobación (62%) es más alta que su aprobación (36%) y aumentan las críticas respecto de su actividad. El Poder Judicial es también objeto de una amplia desaprobación (71%).
Los datos a la vista reflejan que todos los poderes del Estado son apreciados críticamente por los ciudadanos, con lo que concluye la transformación del cambio de ánimo en relación a las primeras semanas de la pandemia. El cuadro descrito implica un reclamo general de eficacia frente a las múltiples crisis, una demanda que no diferencia las especificidades. Por ejemplo, a pesar de la desaprobación del Ejecutivo en alza, la mayoría reprueba el rechazo de la confianza al gabinete Cateriano por el Congreso, en tanto que aumenta el porcentaje de peruanos que cree que este Parlamento es peor que el anterior.
Por otro lado, el sondeo revela que, a menos de 8 meses de las elecciones del 11 de abril del 2021, no existe claridad sobre las ofertas presentadas. Predomina el rechazo y la tendencia a la abstención y los candidatos más reconocidos superan apenas el 5% de intención de voto. En ese clima, la reactivación de la economía aparece como el único proceso que los ciudadanos pueden considerar que se encuentra en un curso positivo, con un registro evidente en la recuperación del empleo.
