¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Agenda laboral

Una gestión desafiante.

El mensaje a la nación del presidente de la República abordará, qué duda cabe, la agenda laboral, presionada por la crisis que ha destruido millones de empleos y por la reactivación de la economía en la que, como sucede en toda etapa crítica, los derechos se precarizan en el marco de una relación no siempre satisfactoria para las partes.

A la suspensión perfecta se suma el anuncio de la extensión del fraccionamiento de las obligaciones laborales a las medianas y grandes empresas, lo que incrementará la caída de los ingresos, que hasta ahora ha sido menor que la caída del empleo.

El nuevo ministro de Trabajo ha señalado que la reactivación económica sin creación de empleo no es coherente. Es una declaración correcta que lleva implícita la necesidad de mejorar la fiscalización laboral e incrementar la supervisión de la seguridad en el trabajo. De hecho, la destrucción del empleo no se revierte con más desempleo, sino con medidas que apunten a optimizar el desempeño de las bolsas de trabajo, el fomento de los acuerdos de parte entre trabajadores y empleadores y la reactivación del Consejo Nacional del Trabajo como espacio de diálogo en ese sector. Habría que recordar otra verdad, que tampoco hay reactivación sin trabajadores.

Se tendría que recordar en este punto la naturaleza del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), que no forma parte del sector llamado “productivo” en el Gobierno, sino del grupo de ministerios tuitivos, del ámbito social; es decir, encargados de garantizar derechos, procesar las expectativas de los administrados y desempeñar un rol de mediación y negociación. Pertenece al pasado la creencia de que ese ministerio es una dependencia del MEF.

La otra cara del sector es la promoción del empleo desde el Estado a través de políticas de fomento e inducción con la colaboración de la empresa privada. En esta etapa crítica es necesario que no demore el inicio del programa Arranca Perú con su componente de empleo temporal a través de Trabaja Perú. Del mismo modo, es el momento de fortalecer los programas de empleabilidad del sector y detener la tendencia de los últimos años de fusionar y desaparecer programas de fomento del empleo, bajo el argumento de que el único sector a favorecer es el de los jóvenes, dejando en el aire a mujeres de todas las edades, por señalar un ejemplo. La crisis se ha cebado transversalmente en grupos poblacionales que antes de la pandemia ya tenían dificultades de acceder al mercado por carecer de calificación a pesar de su experiencia.