Nuevo modelo contra el narcotráfico

Por: Rubén Vargas Céspedes (*)

El problema del narcotráfico en el Perú está fuertemente asociado al crecimiento de la demanda global de cocaína. Comprender esta relación económica entre la demanda global y su impacto en los países productores es importante para evaluar correctamente la eficacia de las medidas de control del Estado.

Cuando iniciamos nuestra gestión en DEVIDA, a mediados del 2018, encontramos que la evidencia científica para evaluar la lucha contra el narcotráfico se concentraba en la superficie de cultivos de coca. No se daba espacio a otro tipo de información clave para medir la producción, la productividad, y el valor económico de la hoja de coca y la cocaína en el mercado ilegal. Además, la metodología para obtener esta evidencia no se actualizaba periódicamente, ni se realizaba con mediciones focalizadas en el territorio. Tampoco existía una hoja de ruta que permitiese mejorar su recopilación y actualización. Sistemáticamente, y sin justificación alguna, la mejora en el registro de esta información fue postergada por las anteriores gestiones de DEVIDA.

No sirve de mucho limitarnos a saber cuántas hectáreas de coca ilegal tenemos si ahora el narcotráfico procesa más cocaína con menos coca. Es decir, podría disminuir las hectáreas de coca y, al mismo tiempo, subir la producción de cocaína. Colombia es un ejemplo de ello. El tema central es saber cuán eficiente e integral es nuestra política para controlar a los cultivos ilegales, al procesamiento y al tráfico de drogas. 

Bajo esa premisa, estamos comprometidos en fortalecer los sistemas de información para la evaluación de la política contra las drogas. Por ello, en el marco del Sistema de Información de la Lucha contra las Drogas (SISCOD), hemos definido una nueva metodología, con rigurosidad científica nacional e internacional, para monitorear los avances del Estado en materia antidrogas. Este nuevo modelo peruano cuenta con una estrategia clara para la recopilación periódica de la información sobre la superficie del cultivo de coca, su rendimiento, la producción y pureza de los derivados cocaínicos, y sus precios en el mercado ilegal. Esta importante tarea la venimos trabajando con la participación de las instituciones del Estado, especialmente con la Agencia Espacial del Perú, con apoyo de la Unión Europea, y el acompañamiento técnico-metodológico de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). 

Los resultados de este proceso ya se pueden ver. Desde mayo, se publican reportes periódicos del monitoreo de precios de la hoja de coca y de los derivados cocaínicos. Estos reportes tienen como objetivo conocer las tendencias y variaciones de los precios de estos productos, a fin de determinar las zonas que demandan una mayor atención de parte del Estado. Y para el próximo mes de octubre se tiene previsto publicar el reporte de pureza de drogas cocaínicas, así como el reporte de monitoreo de la superficie de cultivos de coca correspondiente a los años 2018 y 2019.

Finalmente, nuestra gestión está comprometida en brindar a la ciudadanía las herramientas necesarias que les permita hacer un seguimiento minucioso a las acciones de la lucha contra las drogas. Por ello, este nuevo modelo peruano de monitoreo contempla la publicación permanente, y por medios virtuales de fácil acceso, de la base de datos histórica sobre el control de la producción y el comercio ilícito de cocaína. Como vemos, son varias las razones que dan cuenta de los avances alcanzados para fortalecer y modernizar la política contra las drogas del país. Recién ahora podemos decir con absoluta firmeza que nuestro Estado está en camino de tener un robusto sistema de información para monitorear y evaluar transparentemente la lucha contra el narcotráfico.

(*) Presidente Ejecutivo de Devida