¿Cuál es el PRECIO DEL DÓLAR hoy?

Homenaje a la sumisión

Cada una es dueña de sus héroes o heroínas favoritos, pero ¿y el espacio público?

Puede haber sido cuando en 2003 la Municipalidad de Lima decidió retirar la escultura ecuestre de Pizarro del centro de la ciudad; quizás al saber que la casa donde vivió María Jesús Alvarado (1878-1971) –feminista y pedagoga– estaba en la avenida Conquistadores. Pero cada cierto tiempo regresa la pregunta acerca de lo que puede estar diciendo del Perú que una vía de cierta importancia se llame Conquistadores, y que además la crucen nombres de virreyes, curas y carabelas.

Habla del fervor hispanista de las elites, agradecidas por el castellano y el catolicismo, libradas así de los indígenas y de su supuesta barbarie; útiles solo para que los sirvan; es la arcadia colonial de Lima la horrible de Sebastián Salazar Bondy. La monarquía católica y su expansión sobre Mesoamérica y los Andes, pese a que por momentos esta trató de contener (sin éxito) el desenfreno de sus servidores guerreros, significó el secuestro de las mujeres nativas y su violación.

Pero se sigue honrando a los hombres que nos conquistaron. Quizá el tener en paralelo una calle “Libertadores” fue un acto de pudor inconsciente. Dicho sea de paso, tampoco todos los libertadores respetaron la integridad sexual de las mujeres, ni se destacaron por el control de sus impulsos.

Guamán Poma, a principios del siglo XVII, en su larga y profusamente ilustrada carta al rey, en desasosiego ante la destrucción de su mundo, describió las prácticas corruptas de los corregidores, burócratas de la Corona. Además, los acusó de andar “rrobando [a los indios] sus haciendas y fornican a las casadas y a las doncellas las desuirga. Y ací andan perdidas y se hacen putas y paren muchos mesticillos y no multiplican los indios”. La “Gran rebelión” de Túpac Amaru (1780) estalla con la captura y ejecución posterior del corregidor del Cusco Antonio de Arriaga. Pocos personajes más asociados al maltrato de la población indígena que los corregidores. El distrito de La Molina nombró su arteria principal “El corregidor”.

Cada una es dueña de sus héroes/heroínas favoritos, pero ¿y el espacio público? Se supone que nos provee de identidad y dice de nuestros sentimientos. Túpac Amaru, Independencia y Emancipación también nos orientan y enhorabuena. Pero ¿cuál es el gusto de rendirle homenaje a los depredadores y a la dominación violenta?

La República

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.