La pandemia como caballo de Troya

La pandemia crea en el país una situación absolutamente inédita de alteración de las condiciones como suelen ‘funcionar’ –aunque, más bien, debiera decirse ‘no funcionar’– muchos ámbitos del quehacer nacional, y demanda respuestas extraordinarias que en otras circunstancias no serían sencillas de plantear, pero también se convierte en oportunidad estupenda para quienes pretenden usar al virus como caballo de Troya para introducir otras pretensiones o como pretexto para detener proyectos en marcha. Aquí, cuatro ejemplos entre tantos que abundan en estos días alterados.

Parar la reforma política. La pandemia genera emergencias que plantean demandas indispensables, como mantener la distancia social o evitar aglomeraciones. Eso implica que una elección general como la del próximo 11 de abril no puede desarrollarse igual que los procesos previos. Pero esto no implica necesariamente la paralización y hasta retroceso de la reforma electoral que estaba en camino y que el congreso de la república –el anterior y el actual– busca detener. Por eso es importante la designación de la exsecretaria técnica de la comisión de alto nivel para la reforma política Ana Cristina Neyra como ministra de justicia, una expresión del interés del nuevo gabinete por insistir en este proceso.

Parar la reforma universitaria. Es un escándalo que la bancada de José Luna Gálvez esté usando la bancada parlamentaria de Podemos Perú como pata de cabra en favor de sus intereses en el negocio de la educación usando la pandemia como excusa. Por eso es una buena señal que se haya ratificado a Martín Benavides en el ministerio de educación.

Desarmar la economía. La pandemia está siendo usada desde el congreso y algunas agrupaciones de izquierda para desmontar la estructura económica construida en el país en las últimas tres décadas. Permitirlo sería un grave error. Por eso es buena señal la ratificación de María Antonieta Alva en el MEF.

Retroceder en la lucha anticorrupción. La pandemia implicó la casi suspensión de los procesos anticorrupción y ha sido un pretexto de algunos para robar en la emergencia. Por eso, es buena señal la designación de Pedro Cateriano al frente del gabinete.