Las creencias están libres

La noche anterior a que se haga el cambio de cargo (léase: asuma el nuevo mayordomo o auspiciador del festejo) no había alguien interesado en asumir la responsabilidad. Rosario tuvo una revelación: en el sueño, ella ingresaba al templo de la virgen y veía regadas las alhajas de la Santísima. Asustada, creía que le habían robado. Cuando perdió el miedo, recogió las joyas una por una.

A la mañana siguiente, cuando el padre preguntó quién asumiría la mayordomía de las pallas, Rosario interpretó su sueño y le pidió a su amiga que la acompañe a asumir el cargo. La colega aceptó de inmediato y en cadena otras mujeres, amigas de ellas, se sumaron a la propuesta. Quizá como los aretes, los anillos y collares, Rosario juntó a sus compañeras para que el próximo año se encarguen de las pallas.

Las pallas es una danza mestiza. Se inspira en las costumbres cortesanas del imperio incaico. Integra el homenaje a la Virgen del Carmen, patrona de Llata (Huánuco), desde las últimas décadas del siglo XVIII. Bailan con arpa y violín. Las pallas son las acllas o doncellas.

El Apu es el Soberano Inca. Cuando en la fiesta aparece la fi gura del Pizarro, entonces se realiza el Prendimiento, que es la alegoría sobre la captura de Atahualpa. El Rucco representa al sacerdote de la 3ª orden del imperio incaico, dedicado a promover actividades teatrales para alegrar al Inca y su nombre no es abuelo, sino Huancachily. Las pallas bailan tres días: antevíspera, víspera y día central.