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Un crítico único

Oquendo fue un crítico guiado en partes iguales por el gusto y el criterio. Prefería el juicio equilibrado al elogio o la desaprobación. Practicaba la justa medida en la extensión.

Abelardo Oquendo: la crítica literaria como creación. Extraño momento para una aparición sobre este tema. Aunque ahora los libros, más aun los de literatura, aparecen cuando y como pueden. Este cuidadoso acopio de Alejandro Susti llega en el link https://www.fondoeditorial.pucp.edu.pe/, con cargo a una versión impresa pronto, es decir apenas esté disponible.

El criterio de Susti deja fuera muy poco de los textos más largos de Oquendo. No había realmente nada que seleccionar, como que todo es relevante en esos decenios de trayectoria crítica. Pero ordenado como ahora lo vemos recupera lo que estaba desgastado por el olvido. Gran lectura para los jóvenes, ciertamente, y grato refresco para los mayores.

Oquendo fue un crítico guiado en partes iguales por el gusto y el criterio. Prefería el juicio equilibrado al elogio o la desaprobación. Practicaba la justa medida en la extensión. Los suyos son sobre todo textos breves por concisos, en los cuales todo quedaba dicho, o por menos adecuadamente sugerido para el buen entendedor.

Que practicara el equilibro no significó que se acomodara en la neutralidad. Cuando lo estimó necesario tuvo juicios duros sobre obras que empezaban a recibir elogios que él estimaba fuera de lugar. En esto fue devastador a veces, pero nunca arbitrario ni maligno. Cuestionar el libro ya era reconocerle alguna forma de importancia.

La concisión le nacía de la parquedad, pero parte de ella la perfeccionó en sus largos años escribiendo reseñas cortísimas sobre el día a día de los libros que iban apareciendo, locales o importados. Menores en el formato (un párrafo a veces) y coyunturales, pero siempre cargadas de valioso razonamiento crítico.

Estas notas mínimas no las recogió Susti porque son simplemente demasiadas, y cubren todo el espectro de la avalancha editorial. Pero igual las reseñas más largas forman un conjunto suficiente para entender el alcance del amor de Oquendo por la literatura y por los libros que la transportaban.

Oquendo fue un crítico único en su tiempo. Su amigo Luis Loayza hubiera sido un equivalente, pero prefirió el ensayo literario de intención histórica al texto crítico circunstancial. Oquendo hizo de un género modesto una reunión de páginas mayores. Reflejos de las lecciones de Alfonso Reyes sobre la reseña.

La República

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