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Baja la curva

“Salvo en el MINSA mismo, en ningún sector hay por el momento apetito para comprometerse con el inicio de una bajada del virus”.

El anuncio del MINSA de “un descenso importante” en la curva epidemiológica nacional tendría que haber sido una noticia destacadísima. Sin embargo hay la sensación de que hay problemas para aceptarla. El tema del virus se ha vuelto complicado, poco comprensible y algo sospechoso para el gran público. Como si no pudiera ser verdad tanta belleza, y menos después de tanto tiempo.

Todo esto porque la última vez que miramos el país estaba muy arriba en los rankings de cifras negativas en la región, e incluso en el mundo. Es cierto que desde hace unos días se habla de una meseta perceptible, pero estaba en discusión. Ahora César Munayco, el epidemiólogo del MINSA, estaría cambiando las cosas radicalmente con su declaración.

Salvo en el MINSA mismo, en ningún sector hay por el momento apetito para comprometerse con el inicio de una bajada del virus. Parte del asunto está en la imprecisión que se atribuye a las cifras oficiales, y la existencia de otros cálculos. Luego está la posibilidad de un repunte, que borraría buena parte de lo avanzado.

El propio gobierno (fuera del MINSA) no parece dispuesto a correr el riesgo de reventarle cuetes al retroceso del virus. No lo hizo al inicio, cuando daba la impresión de que el avance se podía atajar en poco tiempo. Menos lo hará ahora que hay la experiencia de lo impredecible que es el virus, lo costosa que ha sido la rígida cuarentena.

La resistencia a celebrar también se debe a que una cosa es mejorar en la tendencia de las cifras y otra seguir en la atmósfera de peligro que se mantendrá hasta el último contagiado. La curva puede estar bajando, y puede seguir haciéndolo, pero las disposiciones de sanidad seguirán siendo indispensables por un buen tiempo.

Para la oposición política la difusión del virus mucho más allá de lo esperado ha sido un verdadero festival. Les ha ido bien predicando la catástrofe, no le van a dar la bienvenida a la noticia de una mejoría. El único efecto sería que insistan en trasladar el peso de sus argumentos de la crítica epidemiológica a la crítica de la gestión económica, como de hecho ya está sucediendo.

La República

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