Precio del dólar hoy, miércoles 24 de abril

Los acólitos del Congreso mamarracho

Insisten en la mediocridad, la prepotencia y la corrupción.

El Congreso no pierde oportunidad para ratificar, sin importar oportunidad ni grupo político que lo controla, que está infectado por los virus mediocridad, corrupción y prepotencia.

Sin debate, ayer archivó el proyecto que envió el gobierno para la reforma integral del sistema privado de pensiones. Prepotencia y majadería en acción.

Asimismo, Posemoscrowte Chagua y Roberto Chavarría presentaron ayer una iniciativa para derogar la constitución de 1993 y restablecer la de 1979 ‘a la prepo y a lo bestia’: con una ley. Pobre Hans Kelsen por la ignorancia de este par de flamantes congresistas que entraron por ese antiguo vientre de alquiler que es UPP, y como acólitos de Antauro Humala, quien solo quiere salir de la cárcel para ser candidato.

Las congresistas Rocío Silva Santisteban y Mirtha Vásquez también presentaron ayer un ‘impuesto a las grandes fortunas’ que calculan, curiosamente, desde un patrimonio de poco menos de medio millón de dólares. Un impuesto a la riqueza no es algo descabellado, pero sí lo es si se plantea de un modo precipitado, en una crisis como esta, cuando al gobierno no le falta dinero sino capacidad para gastarlo, y cuando es evidente que su objetivo es construir la candidatura del excura Marco Arana del Frente Amplio, por parte de dos de sus acólitas con curul.

También desde el Frente Amplio preparan el proyecto para formalizar los taxis colectivos, un obvio foco de contagio que trae abajo todo esfuerzo para ordenar el transporte público.

Lo cual se agrega a la insistencia en la ley para suspender el cobro de peajes que, antes que ignorancia, parece explicarse por algunos peajes particulares pagados a ciertos congresistas por los transportistas de carga.

Este congreso Pepe el vivo, que se otorga el privilegio de exonerarse de la declaración jurada de intereses, mantiene invicta la capacidad de la institución de errar, con el mismo entusiasmo por la mediocridad y vocación por la corrupción. Solo falta que prepare la ley que asegure la Felicidad Universal y la Obligación de todo ser Humano a Ganar Más Dinero del que Necesita.

Y a quienes los critican por ser tan zamarros e ignorantes, les responden, balbuceando, que solo defienden a las empresas. Pobre congreso, pobre país.

La República

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