¿Volverán los días fríos en Lima? Senamhi aclara

El despido perfecto

“Ya sufríamos de la otra pandemia. La falta de empleo. Y ahora, cuándo no, la Confiep. El panorama se va complicando”.

Nunca el Estado en el Perú trabajó por los pobres. Hoy es patético. Y ahora no sé qué me pro- duce más enojo. Angie Jibaja, su abuelito o la ministra de Trabajo. Ya sufríamos de la otra pandemia. La falta de empleo. Y ahora la cuestionable demanda de la Confiep. El panorama se va complicando. Día 29 de la cuarentena. Primera bronca con mi mujer. Y la tolerábamos.

Lo importante así es cuándo termina. Nelson Manrique decía que esta crisis nos hará cambiar como nación. Sin querer queriendo. Y digo que nos habíamos olvidado de los temas sociales por comprar en Wong. Solo Gastón y el resto no se olvidó de los más pobres. La tarjeta y el bienestar, eso es lo más importante. La 4x4 y ser bruto de derecha, eso te da prestigio.

Nuestra tragedia es la verdad. Blancos y cholos son el summum de nuestra sociedad. Y ante la muerte todos iguales. Pero el que tiene recursos está en la clínica, el pobre en la poesía de las estadísticas. Y la solidaridad es de uso restringido. Y ser de izquierda es ser portador de un mensaje sin precio y aprecio.

Voy al mercadito a comprar arroz –el pollo espera– y mis vecinos se constituyen no por la armonía, por el club, el partido. No, hoy se organizan por el miedo y el hambre. Trágico. Y encima me botan del trabajo. En mi caso, mi epidemia es el cariño. Sé que le torceré el cuello a la muerte. Y solo porque usted me lee.

La República

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.