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Notas de Prensa

Camilo Marin Wikander, de niño dibujante a tatuador ganador de premios internacionales

El trabajo del artista venezolano expresa una cosmovisión única basada en la espiritualidad y la naturaleza.

Camilo Marin Wikander expresa una cosmovisión única basada en la espiritualidad y la naturaleza. Foto: Difusión
Camilo Marin Wikander expresa una cosmovisión única basada en la espiritualidad y la naturaleza. Foto: Difusión

El tatuaje es una herramienta de expresión y transformación personal. Así lo expresa el ganador de premios internacionales Camilo Marin Wikander, ilustrador de profesión desde el 2010, tatuador por convicción desde el 2013, y dibujante desde la infancia.

Para Camilo, quien ha sabido combinar sus dos pasiones desde hace casi 10 años, este arte es mucho más que plasmar un diseño en la piel, “es un recordatorio de una intención, la cual ayuda a reforzar convicciones y así transformarse personalmente en la versión que quieres resaltar, mejorando la experiencia humana y así beneficiando tu entorno”, expresa.

El trabajo de Marin Wikander expresa una cosmovisión única basada en la espiritualidad y la naturaleza, se caracteriza por su estilo de composición usando el alto contraste, texturas y líneas en tatuajes de gran formato. La ilustración de escenas y personajes que narran una historia alcanzan una expresión peculiar en el trabajo de Camilo, quien con expresividad y manejo del movimiento logra hacer que sus diseños tengan vida en la piel de las personas.

Su especial talento ilustrando nace desde su infancia desde donde nunca dejó de dibujar, talento que formalizó profesionalmente estudiando en el “Instituto de Diseño de Caracas” de donde egresó exitosamente como Ilustrador profesional.

El tatuador venezolano, detalla que en su recorrido como artista del tatuaje ha viajado por Venezuela, Colombia, Perú, Chile, España y México. Las diferentes culturas le hacen sentir pleno de inspiración para madurar artísticamente y personalmente, y así ofrecer un tatuaje con una visión globalizada.

“Un tatuaje significa que estás listo para pasar de una etapa de tu vida a otra, y tienes convicción de ello, estás tan seguro que lo marcas en tu piel, aumentando tu autoestima, sintiendo la herida volverse un arte que nos acompaña a lo largo de la vida, son nuestros compañeros, nuestros amuletos. Yo relaciono los tatuajes con la metamorfosis”, explicó el venezolano que vive en el Perú hace varios años.

Al ser consultado sobre qué le hace ser un verdadero profesional, Camilo señala que amar lo que haces es la clave de todo, incluso ser una mejor persona, por eso se dedica a dibujar cada tatuaje como lo realiza desde su infancia.

A través de @Asi.veo es como este talentoso venezolano, quien vive en Perú hace varios años y en donde fundó su estudio Ink Ray junto a su compañera Daniela Armas, busca mostrar su visión única de interpretación de ideas, siendo él un canal de creación de diseños únicos que ayudan a personas a transformarse en su mejor versión.

¿Crees que en la actualidad se valora a un artista del tatuaje?

Pienso que el artista del tatuaje cumple la función de transformar personalmente a quienes tatúa, siendo el artista un canal para expresar las ideas y llevarlas con nosotros en la piel durante toda la vida, lo cual tiene un valor altísimo en la vida de quien se tatua, en la sociedad también tiene un rol importante de comunicación ya que antes de comunicarnos verbalmente nos observamos y cuando nuestras pieles narran nuestra visión de la vida podemos entender más a profundidad al individuo, y que tan dispuesto está a trascender de las opiniones externas expresando su visión personal.

¿Cuál es el tatuaje que hiciste y recuerdas siempre?

Siempre recuerdo mi primer tatuaje que me hice yo mismo, fue un momento de mucha convicción en marcar el inicio de mi carrera como tatuador cuando no tenía ningún tipo de reconocimiento en el área, decidí tatuarme para poder mostrar mi propio tatuaje, hecho por mi sobre mi pierna, y así demostrar la calidad de mi trabajo a cada persona que quería que la tatuara.

Este tatuaje lo hice en mi pierna, es el retrato de un oso que comunica la fuerza de voluntad que sentí al momento de iniciarme en el tatuaje, logré terminar el tatuaje en dos sesiones por la dificultad de hacer el tatuaje al revés, ya que el oso mira de frente a quien me ve.

¿Sientes que tu trabajo ha sido valorado en Perú?

Me siento transformado después de madurar como tatuador en Perú, en Lima gané mis primeros premios internacionales con los que me reconocieron como un artista profesional y gracias a ello pude hacer mi trabajo diario con mayor soporte del público, mi trabajo día a día consiste en hacer lo que siempre me gusto hacer desde que soy un niño, y se trata de expresar mis ideas en dibujos y ahora los llevo a la piel como tatuajes. Me siento valorado e inmensamente agradecido por las bellas personas que tuve la oportunidad de tatuar de diferentes nacionalidades de todas partes del mundo en mi estudio en Perú.

¿Cuáles son tus proyectos a corto plazo y cómo te ves de aquí a un año?

Mi proyecto a corto plazo es viajar para seguir aprendiendo de diferentes culturas, lo cual me resulta apasionante y enriquecedor para la evolución de mi carrera artística. De acá a un año quiero estar abriendo mi nuevo estudio en donde pueda aplicar todos los conocimientos adquiridos en los últimos años de mi carrera y proyectarme a ofrecer mi arte en otros formatos, formalizando la idea de ser un artista tatuando, más que un tatuador.

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