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“Probaban sus armas en mis perros”: hijo de Bin Laden revela traumática infancia junto a su padre

En una entrevista brindada al medio británico The Sun, el cuarto hijo del terrorista confesó haber abandonado el grupo liderado por su padre antes del atentado a las Torres Gemelas.

De acuerdo a Omar, su padre Osama Bin Laden, le dijo que él era el elegido para continuar con su trabajo. Foto: composición LR/AFP
De acuerdo a Omar, su padre Osama Bin Laden, le dijo que él era el elegido para continuar con su trabajo. Foto: composición LR/AFP

Omar Bin Laden, hijo del líder terrorista de Al Qaeda, Osama Bin Laden, contó la dura infancia que le tocó pasar junto a su padre, así como los prejuicios que este le ha traído en su vida.

Omar, hijo de la primera esposa de Bin Laden, Najwa, nació en Arabia Saudita el 1 de marzo de 1981. La familia tuvo que salir de este país luego de que su padre fuera desterrado por sus discursos sobre Estados Unidos. De esta manera, se establecieron en Sudán, donde muchos de los combatientes yihadistas de Bin Laden trabajaron en sus negocios agrícolas y de construcción de carreteras.

Omar junto a su padre Osama Bin Laden. Foto: The Sun

Omar junto a su padre Osama Bin Laden. Foto: The Sun

En 1996, su padre lo escogió para que lo acompañara a Tora Bora, Afganistán, donde a los 15 años Omar aprendió a disparar rifles y a conducir un tanque ruso, pero también paso por la traumática experiencia de ver cómo los seguidores de su padre comenzaban a matar a sus mascotas para probar armas químicas.

“Lo vi. Lo probaron con mis perros y no estaba contento. Solo trato de olvidar todos los malos momentos tanto como puedo. Es muy difícil. Sufres todo el tiempo”, explicó el ahora hombre de 41 años, sobre los horribles experimentos químicos realizados por el secuaz de su padre.

Ahí pasó cinco años de su vida, hasta que decidió dejar la organización. “Mi padre nunca me pidió que me uniera a al-Qaeda, pero me dijo que yo era el hijo elegido para continuar con su trabajo. Se decepcionó cuando dije que no era adecuado para esa vida”, declaró. Solo pasaría un año de su salida para que el grupo terrorista atentara contra las Torres Gemelas, en Nueva York.

Omar dejó la organización de su padre antes de ocurrido el atentado contra Las Torres Gemelas en 2001. Foto: AFP

Omar dejó la organización de su padre antes de ocurrido el atentado contra Las Torres Gemelas en 2001. Foto: AFP

El 2 de mayo de 2011, Omar se encontraba en Qatar cuando recibió la noticia de que su padre había sido asesinado en Pakistán por agentes estadounidense. No derramó lágrimas por él.

Sin embargo, indica que le hubiera gustado cerrar esa etapa de su vida con un funeral, pues no les dieron esa oportunidad.

El relato oficial de EE. UU. es que el cuerpo de Bin Laden fue enterrado en el mar, pero Omar no cree en esa versión. “No sé qué le hicieron. Dicen que lo tiraron al mar, pero yo no me lo creo. Pienso que llevaron su cuerpo a Estados Unidos, para que la gente lo viera”.

Osama Bin Laden fue asesinado en 2011. Foto: EFE

Osama Bin Laden fue asesinado en 2011. Foto: EFE

Tras ello, pensó que todo vínculo que tenía con su padre terminaría, sin embargo, aún siente que es juzgado. Debido a lo que pasó sufre traumas muy fuertes, estrés y ataques de pánico, por lo que se considera ‘otra víctima’ de Osama Bin Laden.

Una nueva vida

Omar Bin Laden está casado con Zaina —antes conocida como Jane Felix-Browne— una mujer 24 años mayor que él, con quien vive en Normandía, Francia. Contrajeron nupcias en 2007; sin embargo, aún no ha podido visitar a los hijo, nieto y bisnietos de ella, debido a que tiene prohibido su ingreso a Gran Bretaña.

Cuando puse el pie en suelo inglés nos llevaron enseguida a la sala de interrogatorios durante muchas horas. Pero fueron muy amables y muy respetuosos”, aclaró.

Omar Bin Laden junto a su esposa inglesa Zaina. Foto: AFP

Omar Bin Laden junto a su esposa inglesa Zaina. Foto: AFP

Omar ha enfocado sus actividades a la pintura, la cual le ha servido como una suerte de terapia. Vende sus obras por casi 11 dólares cada una, tomando como inspiración los lugares donde vivió junto a su padre. “Me dan una sensación de seguridad, como si fuera intocable”.

Por el momento, la pareja se encuentra de visita en Qatar, donde han acudido a ver los partidos por fase de grupo y apoyado que el país esté organizando el evento: “Los árabes también son humanos. Qatar es uno de los países más grandes de Oriente Medio. Deberían tener derecho a invitar al resto del mundo a celebrar aquí la Copa del Mundo”.

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