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Brasil: el demonio entra en la campaña electoral

Segunda vuelta. Jair Bolsonaro dice ahora que fue “un milagro” su performance electoral del domingo y vincula al diablo con Lula para recuperar los votos del electorado evangélico.

A Dios rogando. Lula recibe la bendición de un fraile para demostrar que no es el demonio. Foto: EFE
A Dios rogando. Lula recibe la bendición de un fraile para demostrar que no es el demonio. Foto: EFE

Sao Paulo. EFE

El expresidente Lula da Silva, candidato más votado el pasado domingo en la primera vuelta de las elecciones, se vio obligado a desmentir noticias falsas que lo acusan de tener “un pacto con el diablo” y a reiterar que es cristiano y cree en Dios.

“Lula no tiene pacto ni jamás conversó con el diablo”, afirma un mensaje publicado en las redes sociales del líder progresista después de que se difundieran noticias falsas en ese sentido, promovidas por grupos favorables a Bolsonaro.

La religión ha entrado en la campaña principalmente debido a Bolsonaro, quien ha construido una fuerte base de apoyo entre los evangélicos, que constituyen cerca de un 30 por ciento del electorado, gracias a un discurso centrado en la defensa de los valores cristianos y conservadores.

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Este martes, Bolsonaro participó en un culto con evangélicos, a los que les pidió “no dejarse llevar por los cantos de sirena” del exmandatario Lula da Silva de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 30 de octubre.

“Sus respuestas son siempre vacías. ‘Voten por mí que voy a traer la felicidad’, dice. Ya tuvimos esa experiencia en el pasado, hagan comparaciones”, afirmó el líder ultraderechista ante decenas de feligreses presentes en un templo en Sao Paulo, mayor ciudad de Brasil.

El gobernante, que obtuvo un 43,2% de los votos en primera vuelta del domingo pasado frente al 48,4% que consiguió Lula, arrancó esta segunda fase de la campaña apelando al voto evangélico, grupo que mayoritariamente lo apoya por su defensa de los valores ultraconservadores, como el rechazo al aborto.

En su discurso, el capitán retirado del Ejército volvió a hacer alusión a los casos de corrupción destapados durante los Gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), primero con Lula (2003-2010) y después con Dilma Rousseff (2011-2016).

“Ya que él (Lula) dice que el lugar de los pastores es la iglesia y el de los militares los cuarteles; yo digo que el lugar de los bandidos es la cárcel”, expresó entre los aplausos de los feligreses.

Bolsonaro volvió a utilizar los Gobiernos de Nicolás Maduro, en Venezuela; Alberto Fernández, en Argentina; Gustavo Petro, en Colombia, y Gabriel Boric, en Chile, para atacar a la izquierda y atizar el “fantasma del comunismo” en Brasil.

“Mi petición es que nuestro pueblo nunca sufra los dolores del comunismo”, reiteró.

“No aceptemos el diálogo fácil de que todo el mundo va a ser feliz de nuevo”, indicó después en otra crítica a uno de los lemas de campaña de su adversario en el balotaje.

Sobre el resultado electoral del pasado domingo, el jefe de Estado lo calificó de “un milagro” porque, a su juicio, “todos” han ido en su contra, incluidos “la prensa y las encuestadoras”.

El dato

Libres de elegir. El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que gobernó Brasil ocho años con Fernando Henrique Cardoso, se abstuvo de optar entre Jair Bolsonaro y Lula da Silva para la segunda vuelta y dejó la decisión en manos de sus comités regionales.

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