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¿Por qué Lula es el favorito para ganar las elecciones presidenciales de Brasil?

El socialista se perfila como vencedor de las elecciones generales del 2 de octubre en Brasil. “Hay una movida en la sociedad que nos permite soñar”, manifiesta Lula Da Silva.

Tras 3 postulaciones fallidas, Lula Da Silva llegó al poder en 2006. Fue reelegido en 2010 y ostenta a un posible tercer mandato en 2022. Foto: Composición/LR/Jazmin Ceras/EFE
Tras 3 postulaciones fallidas, Lula Da Silva llegó al poder en 2006. Fue reelegido en 2010 y ostenta a un posible tercer mandato en 2022. Foto: Composición/LR/Jazmin Ceras/EFE

Este domingo 2 de octubre, Brasil acudirá a las urnas para elegir a un nuevo presidente y el progresista y exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se perfila como favorito frente a su máximo contrincante, el actual gobernante, Jair Bolsonaro.

Con la ventaja a su favor, el exmandatario brasileño ya se siente ganador de la contienda y en recientes declaraciones aseguró que su favorable posición le permite “soñar” con un triunfo.

Esta no es la primera vez que Lula Da Silva, un viejo conocido de la política sudamericana, intenta llegar al poder. Ya lo hizo en dos oportunidades, en un primer periodo en 2003, y en una segunda etapa iniciada en 2007, tras el cual pasó un breve tiempo en la cárcel condenado por presuntos delitos de corrupción.

Aun así, y pese a las críticas, muchas son las razones por las que el político progresista se pinta como el gran vencedor de los próximos comicios brasileños.

Legado de sus dos primeros mandatos

Tuvo tres postulaciones fallidas: una en 1989 (donde figuró como favorito en las encuestas), 1994 y 1998. No fue hasta su cuarta presentación, en las elecciones del 27 de octubre del 2002, que Lula Da Silva llegó al poder; marcando un récord en las urnas, con el 61% de los votos, el máximo número de sufragios en la historia de Brasil.

Pese a rechazar la continuación del plan económico de derecha de sus antecesores, el exmandatario, puso a Henrique Meirelles, político derechista, como director del Banco Central de Brasil y continuó impulsando un modelo económico que le permitió tener una baja inflación y asegurar un crecimiento del PBI.

Lula Da Silva junto a su fórmula presidencial y excontrincante electoral, Geraldo Alckmin. Foto: EFE

Lula Da Silva junto a su fórmula presidencial y excontrincante electoral, Geraldo Alckmin. Foto: EFE

Durante su primer gobierno se redujo el desempleo, se incentivó la escolarización y hubo una disminución en la tasa de la pobreza que sentó las bases para su reelección en 2007, un mandato en el que Brasil se convirtió en la sexta economía mundial, superando incluso a países como Reino Unido.

“Lula es un expresidente exitoso, un líder sindical y político de gran trayectoria. Tiene años haciendo política, no es nuevo, ni un outsider. Salió con una alta aprobación y en su segundo Gobierno llegó a favorecer a cerca de 50 millones de personas para que salieran de la pobreza extrema. Mucha gente confía en él por la experiencia que tiene, y por su habilidad política”, señala el periodista y analista internacional Ramiro Escobar a La República.

Posicionamiento político tras salir de prisión

En 2016 se inició un proceso judicial a cargo del juez Sergio Moro, en el marco de la investigación anticorrupción por el caso Lava Jato, procedimiento que terminó con su detención en el 2018, meses antes de unas nuevas elecciones en las que el expresidente era el favorito, pero que, en medio de la polémica, dieron como ganador al ultraderechista Jair Bolsonaro.

Lula Da Silva purgó una condena de 19 meses en prisión hasta que el 7 de noviembre del 2019 fue absuelto y posteriormente declarado inocente.

El periodo en prisión, lejos de menguar en la preferencia de los brasileños, lo impulsó como principal opositor del Gobierno de Bolsonaro. “Ha salido ya libre de los juicios que tenía. Hay mucha gente anti-Bolsonaro, hay también muchos anti-Lula, pero Lula representa la experiencia de dos gobiernos, el progresismo, la reivindicación de los pobres y la estabilidad”, remarca Escobar.

Lula Da Silva podría asumir su tercer mandato presidencial al contar con un alto porcentaje de intención de voto. Foto: EFE

Lula Da Silva podría asumir su tercer mandato presidencial al contar con un alto porcentaje de intención de voto. Foto: EFE

Desencanto por Bolsonaro y un “gobierno de restauración”

La mala gestión de la pandemia de la COVID-19 por parte del presidente Jair Bolsonaro terminó por desencantar a gran parte de la población de Brasil, que ya estaba cansada de los polémicos gestos racistas del actual gobernante. Ante este fracaso, un futuro mandato de Lula Da Silva se ve como una “suerte de gobierno de restauración”, resalta Ramiro Escobar.

Para el especialista, el voto a favor de Bolsonaro sería, en cambio, como “insistir en un gobierno que, si bien tuvo logros, no convence a la mayoría de brasileños”.

La propuesta ultraconservadora de Bolsonaro, con un déficit de iniciativas en temas sociales, medioambientales, su falta de visión política, y la inestabilidad generada durante su mandato, terminan por convencer a mayor parte de los votantes brasileños de que Lula Da Silva es la mejor opción al poder del país más grande de Sudamérica.

Lula puntea en las encuestas

Según la consultora Ipec, Lula Da Silva ocupa el primer lugar en las encuestas con 48% de intención de voto. En segundo lugar se ubica el actual mandatario Jair Bolsonaro, con un posible sufragio de 31%. En tanto, el socialista Ciro Ferreira Gomes se mantiene en la tercera posición en los sondeos.