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Se hizo taxista para buscar a su hija perdida y después de 24 años la encuentra: “Papi te ama”

“No puedo decirles cuánta esperanza, decepción y desesperación he sufrido durante los últimos 24 años. Ahora, finalmente, podemos volver a encontrarnos”, dijo el hombre.

El hecho se dio cuando la pareja vendía frutas en un puesto callejero de las concurridas calles de la ciudad de Chengdu, China. Foto: Composición LR/Infobae.
El hecho se dio cuando la pareja vendía frutas en un puesto callejero de las concurridas calles de la ciudad de Chengdu, China. Foto: Composición LR/Infobae.

Una historia nos demuestra nuevamente que dicha frase “Querer es poder” se puede cumplir por más obstáculos que la vida nos ponga en el camino. Tras una intensa búsqueda de más de dos décadas, un padre logró encontrar a su hija, que desapareció cuando tenía tan solo 3 años de edad, luego de que decidiera trabajar como taxista.

El esperanzador caso de Wang Mingqing, de 53 años, inició el 8 de enero de 1994, cuando vendía frutas con su esposa Liu Dengying en las concurridas calles de la ciudad de Chengdu, ubicada al suroeste de China. En aquella ocasión, un grupo de personas se les acercó con el fin de comprar su mercancía; no obstante, en un descuido, la pareja perdió de vista a su pequeña hija Qifeng, quien apenas tenía 3 años en ese entonces.

Tras el hecho y en desesperación, Wang y su mujer buscaron sin descanso por años a la infante, incluso recurrieron a diferentes albergues y hospitales, además de ir con las autoridades para dejar carteles con la foto de la extraviada. Sin embargo, todos los esfuerzos no tuvieron éxito.

“Los tres salimos de la casa felices esa mañana, pero solo regresamos su madre y yo”, recordó el progenitor.

Con la llegada del 2015 y luego de casi 20 años de búsqueda, Wang decidió convertirse en taxista como un desesperado intento por encontrarla y porque así podría interactuar con diferentes personas.

El hombre, quien conversó con alrededor de 17.000 personas, según narra, brindaba detalles de su hija perdida y les rogaba a los usuarios, que subían a su taxi, que difundieran su caso a sus conocidos, por lo que les entregaba una tarjeta que contenía la información y foto de la menor, según reporta la BBC.

Se convirtió en taxista para encontrar a su hija perdida y lo logró 24 años después

Foto: Infobae

“Nunca me daré por vencido”, decía el padre en las entrevistas a los medios locales. Tras ello, su historia llamó la atención de un artista de la Policía, quien decidió hacer un retrato más actualizado de cómo se vería Qifeng a 24 años de su desaparición.

Es así que el dibujo se viralizó en las redes sociales chinas. En el año 2018, una joven de 27 años llamada Kang Ying se contactó con las autoridades, ya que se sorprendió por lo mucho que se parecía a la mujer de la foto.

La joven supuso que podía ser ella, puesto que contó a la prensa local que cuando era muy pequeña la encontraron a 20 km de Chengdu y que posteriormente fue dada en adopción a una familia de la zona que la crió con amor durante años. Después, se contactó en marzo de ese año con la pareja y detectó que tenía rasgos únicos y similares con la niña, entre ellas una pequeña cicatriz en la frente y el instinto de tener náuseas cada vez que lloraba.

El 1 de abril de 2018, la joven se hizo una prueba de ADN y se confirmó que era la hija de Wang Mingqing y Liu Dengying. Seguidamente, Kang quien vive en otra provincia, optó por viajar a Chengdu con su esposo e hijos para reencontrarse con sus padres tras 24 años.

El hombre, al ver emocionado a su hija, dijo entre lágrimas lo siguiente: “Papi te ama. A partir de ahora, papá está aquí, no necesitas preocuparte por nada, papá te ayudará”. “No puedo decirles cuánta esperanza, decepción y desesperación hemos sufrido en los últimos 24 años. Ahora, finalmente, podemos volver a encontrarnos”, narró Mingqing al periódico Beijing Youth Daily.

De la misma manera, Ying expresó sus sentimientos y dio unas palabras para la prensa local tras abrazarse con su verdadera progenitora. “El mundo entero me dijo que no tenía madre, ¡pero la tengo!”, exclamó.