Protestas en Ecuador: los posibles escenarios a los que se enfrenta el país tras semanas de enfrentamientos

Han pasado dos semanas y las protestas no parecen llegar a su fin; al contrario, en el Congreso piden la destitución del presidente. En tanto, la capital está sumergida en sangrientos enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes. Ecuador atraviesa la amenaza constante de la violencia y el desabastecimiento en una nueva crisis.

Las protestas, principalmente promovidas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), se concentraron inicialmente en Pichincha, región norteña que incluye a Quito.

Durante las jornadas se bloquearon carreteras y no faltaron las violentas escenas de ataques con piedras, fuegos pirotécnicos y gases lacrimógenos. Se ha visto ataques a las instituciones, militarización de zonas públicas y enfrentamientos entre gente a favor y en contra de las marchas.

Ecuador atraviesa una nueva convulsión social que deja, al menos, cinco fallecidos, según medios locales.

De acuerdo al reporte de Human Rights Watch Internacional, los enfrentamientos han dejado 166 heridos, cinco desaparecidos y 87 detenidos.

El presidente Lasso, ante la situación que empezaba a salirse de control, decretó un estado de excepción por 30 días, en en que se restringía el libre tránsito y facultaba a las autoridades para implementar el uso de la fuerza para neutralizar acciones violentas.

“Ellos buscan el caos, quieren botar al presidente, yo estoy aquí, yo no voy a escapar”, dijo el mandatario vía Twitter.

Pero la medida no duró mucho. El Gobierno derogó el estado de excepción por grave conmoción interna, y ahora se discute la destitución del presidente, solicitada por miembros de la bancada de Unión por la Esperanza (UNES) del expresidente de izquierda Rafael Correa.

Bajo este contexto, ¿cuáles son los posibles escenarios que podría enfrentar Ecuador en este nuevo conflicto?

Radicalización de las protestas

Este es el segundo paro que enfrenta el presidente ecuatoriano durante sus 15 meses de gobierno, en los cuales todos los intentos de diálogo y consenso han sido frustrados por la violencia.

Leonidas Iza, líder de la Conaie, no descartó, en entrevista con la BBC, que la situación política sea más compleja si es que el Gobierno no ofrece una respuesta a los 10 puntos solicitados por la confederación.

“Puede dar pie a un escenario político más complejo que prácticamente no se controle. En este momento se tiene control sobre nuestras estructuras organizativas, pero también hay una reacción de la población, de la sociedad. En ese sentido, nosotros hemos dicho siempre —cuidando a lo que venimos a la ciudad— que necesitamos la respuesta a los 10 puntos, y esa es nuestra agenda”, señaló el líder indígena.

“Nuestras demandas no se tienen que confundir con un acto político de desestabilización”, dijo Iza. “Por lo tanto, si eso no sucede (el cumplimiento de las demandas), será el propio peso del Gobierno nacional el que conduzca a cualquier otro momento político. Pero en este momento, el movimiento indígena y los sectores populares nos hemos mantenido que debemos sacar una respuesta de los 10 puntos”, manifestó Iza.

Estas son las 10 exigencias de la Conaie, promotora de las protestas:

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, es un empresario que dirigió por años uno de los bancos más grandes del país. Los pilares de su plan de gobierno fueron el fortalecimiento de la empresa privada y el libre mercado. Todo ello hace parecer previsible que no va a ceder ante todos los pedidos de la Conaie.

“La administración de Lasso vino con un discurso proempresa, proapertura comercial (…). Difícilmente él va a ceder a un pedido que vaya en contra de lo que cree”, explicó el analista económico Santiago Mosquera a Bloomberg Línea.

Asimismo, desde la Conaie, han denunciado excesos policiales, violaciones a los derechos humanos de los manifestantes y la imposibilidad de negociar en estas condiciones.

Este escenario solo favorecería la radicalización de las protestas y en el que solo es previsible la violencia y el desabastecimiento.

La destitución de Guillermo Lasso

El 13 de mayo de 1830, Ecuador se separó de la Gran Colombia, y desde esa remota época han pasado 192 años: 20 constituciones y 35 golpes de Estado, cada cinco o seis años, en promedio, hay un golpe de Estado.

Este no es un dato menor bajo la situación actual: la bancada de UNES busca destituir a Lasso con base en el artículo 130 de la Constitución por “grave crisis y conmoción interna”.

Para ello, el proceso exige el voto de al menos 92 de los 137 legisladores. No tiene los votos necesarios para una destitución inmediata (solo posee 46), pero sí para una votación que agita aún más la situación política del país. En las calles, a pesar de los intentos por controlar la protesta, la consigna es “Fuera Lasso”.

“Si Lasso tuviera algo de responsabilidad y amor patrio, pondría su cargo a consideración”, señaló el expresidente Rafael Correa, sentenciado por participar en una red de sobornos, antes de que su bancada oficializara el intento de destitución.

“Como no lo va a hacer, tendremos que reunir firmas para revocatoria”, sentenció.

Tras ocho horas de debate, en las que participaron 30 de los 137 diputados que componen el Parlamento, el Congreso pospuso esta discusión que busca destituir a Guillermo Lasso para este domingo.

El presidente se ha quedado bajo un fuego cruzado, y todo hace pensar que atravesará horas críticas.

Toda la bancada de UNES busca la destitución; sin embargo, Pachakutik, brazo político de los pueblos indígenas, y el Partido Social Cristiano podrían inclinar la balanza.

Ambos se han pronunciado en contra de la destitución de Lasso, pero también lo han responsabilizado por no haber resuelto los problemas sociales y económicos que han desembocado en el estallido de las comunidades.

Acuerdos que pongan fin a la violencia y desabastecimiento

Las próximas horas son claves para el futuro de Ecuador, al igual que en todos los países de Latinoamérica, ha sido golpeado por la pandemia y las consecuencias del conflicto de Rusia y Ucrania.

Los primeros acercamientos entre dirigentes de la Conaie y el Gobierno tuvieron lugar tras un llamado por parte del titular de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, para alcanzar un consenso.

Las conversaciones se llevaron a cabo en la Basílica del Voto Nacional, una de las iglesias icónicas de Quito. De acuerdo a Saquicela, no se acordó nada puntual pero se pudo llevar adelante un primer encuentro entre ambas partes.

Por su parte, el movimiento indígena aseguró que las decisiones que se tomen se resolverán en la Asamblea, y dependerá del cumplimiento del Gobierno y sus 10 exigencias.

Respecto a ello, distintas entidades han exhortado a dialogar y llega a un consenso para poner fin a dos semanas de conflicto.

“Todas las partes deben redoblar sus esfuerzos para encontrar vías de diálogo efectivo que ponga fin a la violencia”, exhortó el jefe de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos en América del Sur, Jan Jarab.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha exhortado tanto al Gobierno como a los manifestantes a llegar a un acuerdo que ponga fin a la violencia.

“Es necesario que el sistema político dé inmediata respuesta en mejoras de subsidios, en la condonación de créditos vencidos, así como resolver el estado de emergencia en el sector salud y mejoras en el presupuesto de educación intercultural, entre otros”, señaló.

“Más allá de cómo termine esta crisis, cualquier actor que pretenda gobernar debe articular el apoyo de la población indígena y popular organizada, lo que se comprobó en las elecciones de 2021 cuando Guillermo Lasso tuvo que atraer a esos sectores para disputar la presidencia, algo que el correísmo no logró”, reflexionó Sofía Cordero Ponce, politóloga docente del Instituto de Altos Estudios Nacionales e integrante de la Red de Politólogas.