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Récord mundial del mascado de coca: cientos de cocaleros se reúnen para romper la marca

En Bolivia, los yungueños se dieron cita en las calles de la ciudad de La Paz para promover el masticado de la hoja de coca, destacando sus usos tradicionales y medicinales.

El objetivo es promover el masticado y la revalorización de la planta. Foto: EFE
El objetivo es promover el masticado y la revalorización de la planta. Foto: EFE

Con música, danzas y decenas de fardos de coca, los productores de hojas de coca de la región de Los Yungas, ubicada en el noreste de la ciudad de La Paz, Bolivia, se instalaron en el centro histórico de la capital, la plaza mayor de San Francisco, para promover el ‘acullico’. A estos trabajadores también se les llama yungueños y se encuentran afiliados a la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca)

El acullico es el nombre que se le da al tradicional masticado de la hoja de coca, a la que consideran una fuente de propiedades medicinales y curativas que también posee un significado importante dentro de sus tradiciones ancestrales.

“El acullico nos da aliento para hacer el trabajo de la coca, para la cosecha, para el chonteo, para trabajar en el campo. Gracias a esta coca vivimos en Los Yungas, gracias a esta coca hacemos estudiar a nuestros hijos, sacamos profesionales. Si no tuviese la coca, no seríamos nada en Los Yungas”, expresó Petra Jiménez, una afiliada de Adepcoca.

En el lugar expusieron productos legales derivados de la hoja de coca, como infusiones y helados, pero además hicieron una demostración de cómo se cultiva la planta. Los productores llevaron tierra para armar huachos, los lugares donde se siembra la wawa coca, una pequeña planta de coca que crece hasta convertirse en arbusto.

También llevaron costales con hojas de coca que fueron esparcidas sobre los aguayos, tejidos indígenas andinos tendidos en el piso con el objetivo de compartirlas con los asistentes.

Varios transeúntes se aproximaron entusiasmados para hacerse regalar hojas de coca que se llevaron en bolsas e, incluso, en algunos en sus gorros y sombreros.

Noemí Ponce, una joven productora, explicó a Efe que el masticado de la planta, que también se conoce como pijcheo, “ayuda a las personas para que tengan más resistencia en el trabajo”.

“Sin el pijcheo uno se puede desmayar porque el trabajo es duro”, expresó Ponce, mientras que otro productor, Wilson Castellón, sostuvo que la hoja de coca “alimenta para trabajar, para el cansancio más que todo”.

En el evento participó el gobernador de La Paz, Santos Quispe, quien valoró la labor de los cocaleros de Los Yungas de La Paz, a los que prometió su respaldo.

El consumo de la hoja de coca en Bolivia ha sido defendido como práctica cultural legítima por Gobiernos como el de Jaime Paz Zamora en 1939 y el Gobierno de Evo Morales.

Con información de Sputnik y EFE

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