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La extraña muerte del presunto espía del Gobierno de Maduro que fue expulsado de Colombia

Alejandro Olivares fue deportado de Colombia el año pasado. Su muerte, a pesar de involucrar a agentes gubernamentales, no se hizo publicó hasta cinco días después del deceso.

Murió en extrañas circunstancias Alejandro Olivares, uno de los presuntos espías que había sido deportado de Colombia. Foto: El Tiempo
Murió en extrañas circunstancias Alejandro Olivares, uno de los presuntos espías que había sido deportado de Colombia. Foto: El Tiempo

Cuando la Policía colombiana atrapó a Alejandro Emel Olivares González de 31 años, él portaba en uno de sus bolsillos un viejo carnet que le daba acreditación como miembro de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), agentes que están al servicio del régimen venezolano de Nicolás Maduro.

La Policía Judicial de Migración de Colombia y el Batallón de Contrainteligencia de Fronteras del Ejército Nacional lo retuvieron el 20 de mayo de 2020 en Cundinamarca, al centro del territorio colombiano.

En el momento de su detención, también le encontraron una cédula de identidad colombiana por la que habría pagado 650 dólares. Además, su labor en Colombia sería para infiltrarse en los servicios de inteligencia, así como para seguir los pasos de políticos opositores a Maduro, según una investigación del El Tiempo.

Otro detalle que se informó acerca de Olivares es que, al momento de las investigaciones, el detenido juró ser colombiano y que vivía por la zona. Sin embargo, policías locales señalan que fue arrestado cuando seguía al diputado Hernán Alemán, opositor al régimen de Maduro, por el Hotel JW Marriott de Bogotá.

Tras llevarse a cabo las investigaciones del caso, el supuesto agente de inteligencia fue expulsado de territorio colombiano en mayo de 2020, bajo acusaciones de ser un presunto espía del Gobierno de Maduro.

La misteriosa muerte de Olivares González

El pasado 10 de septiembre, el presunto miembro de FAES terminó involucrado en una persecución con la Policía en la autopista Regional del Centro, en el estado de Miranda al norte de Venezuela.

Mientras intercambió disparos con la división antirrobos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), Jorge Olivares iba en un carro Chery, modelo Orinoco, de color blanco y sin placas.

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Según el reporte de los agentes del orden, Olivares terminó chocando su vehículo contra una montaña al borde de la vía, a la altura de un relleno sanitario conocido como La Bonanza.

Sospechas de los excompañeros de Olivares

El caso, a pesar de involucrar a agentes gubernamentales, no se hizo publicó hasta cinco días después del suceso. Al respecto, los excompañeros de Olivares cuestionan cómo pasó de ser una de las fichas del régimen en las labores de espionaje, a ser un objetivo de los hombres del CICPC.

Cuando esa pregunta empezó a divulgarse, apareció una orden de aprehensión contra Olivares del Tribunal 3 de Control del estado Zulia. Según el documento, se lo investigaba por secuestro, desde agosto de 2012.

Para los compañeros es extraño que alguien sea perseguido y acribillado por hombres del CICPC por un caso de secuestro, y menos si había cumplido misiones al servicio de las FAES. Además, otra interrogante que ronda es por qué Olivares no fue detenido cuando lo expulsó Migración Colombia.

“Es claro que Olivares tenía información importante. De otra manera no se explica cómo pasó más de un año en Venezuela sin que lo detuvieran”, señaló un excompañero.

Por eso no dudan en señalar que Olivares pudo haber sido silenciado. Para aclararlo, ahora intentan ubicar a Herierv José Borja Pirona y Wilnelmary Lourdes Callejas, dos venezolanos que fueron retenidos y expulsados junto con Olivares.

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