Mujer fue condenada por ordenar que maten a su esposo, el embajador de Grecia en Brasil
El proceso incluyó a un tercer acusado que acabó absuelto del cargo de asesinato, pero cumplió un año de prisión por ayudar a ocultar el cuerpo.
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Un tribunal de Brasil sentenció a Françoise de Souza Oliveira a 31 años de cárcel por asesinar a su esposo, el embajador griego Kyriakos Amiridis, en complicidad con su amante, un policía militar que confesó el crimen y también fue condenado.
Amiridis, de 59 años, al momento de su muerte en 2016, vivía en Brasilia y estaba de vacaciones por las fiestas navideñas con su mujer y su hija en Río de Janeiro.
Días después de Navidad, los restos del diplomático fueron hallados dentro de su auto de alquiler carbonizado y desbarrancado debajo de un puente, en el municipio de Nova Iguaçu, cercano a la capital estatal.
La investigación policial halló numerosas pistas, incluyendo sangre en un sofá e imágenes de cámaras de seguridad, que comprometieron a Sérgio Gomes Moreira Filho, policía militar y amante de Françoise, sentenciado a 22 años de reclusión, inicialmente en régimen cerrado.
“Las circunstancias del crimen son atípicas, ya que (el embajador) fue ejecutado durante las vacaciones navideñas, donde hay una aproximación natural de familias, y en este caso, esta familia fue desgarrada ante una brutalidad próxima a un acto bestial”, señaló la jueza Anna Christina da Silveira Fernandes, del Juzgado Penal 4º de Nova Iguaçu.
En su sentencia indicó además que “el crimen fue minuciosamente pensado, premeditado” por De Souza Oliveira. “Según los testimonios recabados, la acusada planificó y diseñó, siendo la autora intelectual de todo el macabro complot”, observó.
El proceso incluyó un tercer acusado: Eduardo Moreira Tedeschi de Melo, familiar del policía, que acabó absuelto del cargo de asesinato, pero pasó un año de prisión abierta —sanción ya cumplida— por ayudar a ocultar el cuerpo.
En el juicio, que se extendió por tres días, hasta el pasado viernes, la jueza escuchó a 18 testigos. En su decisión, la magistrada también se refirió a los acusados en su calidad de servidores públicos y señaló que la mujer, “que se hace llamar embajadora, empañó el nombre del Estado brasileño y avergonzó a la nación con su conducta, dada la repercusión internacional negativa de los hechos”.
Françoise de Souza Oliveira y Kyriakos Amiridis se habían casado en 2004, cuando él era cónsul en Río de Janeiro.
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