Enfrentar la normativa para superar la barrera de la desigualdad de género en el mundo
Muchos cuerpos normativos frenan la capacidad de las mujeres para ingresar al plano laboral o emprender un negocio. Un estudio del Banco Mundial denominado “La mujer, la empresa y el derecho 2021” demuestra que las mujeres tienen solo las tres cuartas partes de los derechos reconocidos a los hombres. Por lo tanto, es necesario que se introduzcan nuevas medidas para salvaguardar sus oportunidades económicas durante esta época de crisis.
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Por André Gutiérrez
Empecemos reconociendo que la igualdad de género es un derecho humano fundamental y que, sumado a ello, puede impulsar el crecimiento económico de cualquier nación del mundo. Entonces, ¿cómo no garantizar el empoderamiento económico de las mujeres? En ese sentido, es importante reconocer los obstáculos a fin de mejorar las condiciones de los grupos más vulnerables.
Dentro de los hallazgos realizados por el Banco Mundial, la mayoría de las reformas que aumentan la igualdad de género introdujeron o enmendaron leyes que afectan la remuneración y la parentalidad; sin embargo, todo hace parecer que se olvidaron de abordar las diferencias de género en la propiedad y la sucesión. En pleno año 2021, muchas mujeres siguen atadas al consentimiento de sus cónyuges a fin de administrar y/o conservar su poder administrativo sobre aquellos activos que aún mantienen.
Un caso particular es el del país de la India, en donde una reforma legislativa que otorgó a las hijas solteras los mismos derechos de herencia se ha asociado con una variedad de resultados positivos, entre ellos: i) una mayor inversión en la educación de las niñas, ii) el retraso en la edad del matrimonio, iii) una mayor inclusión financiera y iv) más inversión en saneamiento.
Otra materia muy importante es la representación política de las mujeres, ya que puede traer consecuencias valiosas para los derechos de ellas mismas. Según datos de la Unión Interparlamentaria (UIP), en promedio, el 25% de los escaños en los órganos legislativos nacionales están ocupados por mujeres y solo en cuatro economías (Rwanda: 61%, Cuba: 53%, Bolivia: 53% y los Emiratos Árabes Unidos: 50%), al menos la mitad de los puestos legislativos están ocupados por mujeres.
Los avances en Perú
En nuestro querido Perú, las congresistas mujeres representan el 40% de la composición del nuevo Congreso del Perú, por cierto, una cifra histórica y ampliamente superior al 26% del Parlamento que ya se fue. Coincidencia o no, es la primera vez que se aplica la Ley n.° 31030, que exige como criterio obligatorio la paridad y alternancia de género en las candidaturas electorales. Otro factor trascendental fue el sistema de voto preferencial, que permitió a los electores escoger directamente a sus representantes en el Poder Legislativo, lo que finalmente alteró el orden en el que salieron elegidos los 130 congresistas para el periodo 2021-2026.
Sin embargo, no todo es color de rosa, apenas 98 candidatas mujeres encabezaron las listas parlamentarias, lo que representó el 22% del total, una cifra realmente fría, bastante similar a las anteriores elecciones legislativas (22,2%) celebradas de forma extraordinaria en el mes de enero del 2020.
En ese sentido, en contextos en los que diversas barreras eternizan la desigualdad de género, es necesario un enfoque integral que aborde problemas que están profundamente arraigados; sin embargo, yo la tengo clara: “Mientras las mujeres tengan mayor igualdad jurídica, mayor empoderamiento tendrán”.
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