Magnicidio corona la crisis política y de seguridad en Haití

Jovenel Moïse llegó en 2017 a la presidencia de Haití en medio del caos político. Aun así, su intento de quedarse en el cargo hasta que terminara su mandato le costó la vida y tiene hoy a su esposa en estado “crítico” en un centro médico de Florida, al cual fue trasladada de emergencia. Esto luego de que la madrugada del último miércoles un grupo de hombres armados ingresara a la casa del mandatario para realizar el magnicidio más aterrador de los últimos años en el mundo.

“A la una de la mañana del 7 de julio, un grupo de personas no identificadas, que hablaban en español e inglés, asesinaron al presidente de la República. El presidente ha muerto a causa de sus heridas”, dijo el primer ministro interino Claude Joseph en un comunicado leído por la radio. El alto funcionario llamó también al país a mantener la calma y aseguró que la situación “está bajo control”. Sin embargo, en las calles de Puerto Príncipe, muchos comercios paralizaron y el Gobierno decretó estado de sitio. Las fronteras debieron ser cerradas.

Este ataque corona la doble crisis que atravesaba el país en los últimos meses: política y de seguridad.

Según un informe del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH), más de 150 personas fueron asesinadas y otras 200 secuestradas entre el 1° y el 30 de junio pasados en la zona metropolitana de Puerto Príncipe. Esto se suma a la enorme diáspora de haitianos que dejaron el país debido a la violencia y se asentaron en naciones vecinas como Brasil e incluso la selva del Perú.

Advertencia omitida

La fuerte crisis que padece Haití desde mediados del 2018 tuvo su momento más grave el pasado 7 de febrero, fecha en la que Jovenel Moïse denunció que la oposición, con el respaldo de jueces, tramaba un golpe de Estado para derrocarlo.

El pedido pasó inadvertido. Incluso, en una entrevista del mandatario con el diario El País hace 5 meses, este mencionó que había personas que intentaban acabar con su vida y por esa razón tuvo que refugiarse en su residencia privada en el barrio Pétion-Ville, en la capital de Puerto Príncipe.

El crimen, que recibió la condena y el rechazo de varios presidentes y líderes políticos a nivel mundial, tiene lugar a poco más de dos meses para las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de setiembre, unos comicios en los que Moïse no podía ser candidato.

Por su parte, el Departamento de Estado estadounidense pidió realizar las elecciones legislativas y presidenciales previstas en Haití para este año, mientras que el presidente Joe Biden condenó el magnicidio como un “acto atroz” y envió sus “más sinceros deseos para la recuperación de la primera dama Moïse”.

Al cierre de edición, “cuatro mercenarios fueron asesinados, dos puestos bajo nuestro control. Tres policías que habían sido tomados como rehenes fueron recuperados”, dijo el director general de la Policía haitiana, Leon Charles, en un comunicado por televisión.

Reacciones

Josep Borrell Fontelles

“Conmocionado por el asesinato del presidente haitiano. Estuvimos en un foro diplomático hace solo 3 semanas. Este crimen presenta un riesgo de inestabilidad y una espiral de violencia. Los autores de este asesinato deben ser encontrados y llevados ante la justicia”.

Boris Johnson

“Estoy consternado y entristecido por la muerte del presidente Moïse. Nuestro pésame para su familia y el pueblo de Haití. Este es un acto abominable y pido calma en este momento”.

Francisco Sagasti

“Condeno enérgicamente el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, y de la primera dama Martine Moïse. Expreso mis condolencias y solidaridad con el pueblo haitiano en este difícil momento. Estos hechos que enlutan a nuestra región no deben quedar impunes”.