El asesinato al presidente de Haití y otros casos de magnicidios ocurridos en la historia

El primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, quien ha declarado el estado de sitio, confirmó la muerte del mandatario Jovenel Moïse, de 53 años, asesinado por un grupo de hombres armados durante la madrugada del miércoles en su domicilio.

Diversos medios internacionales, como RT y teleSUR, habían reportado también el fallecimiento de su esposa Martine Moïse tras haber sido gravemente herida de bala. Incluso el presidente del Comité Olímpico de Haití, Hans Larsen, había confirmado el deceso de la esposa del jefe de Estado mediante una llamada telefónica al programa Hoy mismo, transmitido por el canal dominicano Color Visión.

No obstante, la embajada de Haití en República Dominicana informó que Martine no ha fallecido y que será trasladada a un centro médico en el exterior para que sea tratada.

Asesinato al presidente de Haití Jovenel Moïse (7 de julio de 2021)

Moïse, que tenía el cargo del gobierno desde febrero de 2017, ya había denunciado amenazas a su Gobierno, en medio de la crisis política y social que vive la nación desde el pasado febrero, con masivas manifestaciones en contra del mandatario y una creciente violencia vinculada a la política en la nación más pobre de América Latina.

El comunicado oficial del gobierno de Haití informa: “Esta mañana, a la una de la mañana, 7 de julio, un grupo de personas no identificadas, que hablaban en español e inglés, asesinaron al presidente de la República. El presidente ha muerto a causa de sus heridas”.

Según el medio local Le Nouvelliste, el ataque habría sido perpetrado por un grupo de comando “integrado por elementos extranjeros”. El medio haitiano informó que uno de los hijos del presidente estaba presente durante el ataque, pero se encuentra a salvo.

Al igual que Jovenel Moïse, muchos presidentes del mundo han sido asesinados en pleno ejercicios de sus funciones. Aquí algunos de ellos:

Asesinato de Abraham Lincoln (14 de abril de 1865)

Abraham Lincoln inició su mandato en 1861. Como presidente, le tocó enfrentar la Guerra Civil contra los secesionistas del sur. El inicio del fin de este enfrentamiento llegó con la rendición del general rebelde Robert E. Lee el 9 de abril de 1865.

Cinco días después, Lincoln acudió al teatro Ford de Washington D.C. para ver una obra. En plena función, el actor John Wilkes Booth, simpatizante del sur, ingresó al palco donde estaba el presidente y le disparó en la cabeza. El mandatario quedó gravemente herido y falleció la mañana siguiente. Fue el primer presidente de Estados Unidos en ser asesinado.

Asesinato de James Garfield (2 de julio de 1881)

Otro mandatario estadounidense en ser asesinado fue Garfield, quien había asumido la presidencia el 4 de marzo de ese año, recibió dos disparos de Charles Guiteau, un abogado desempleado.

El presidente sobrevivió por varias semanas, pero la intervención para sacarle la bala resultó en una infección que complicó su estado y ocasionó su deceso el 19 de setiembre.

Aunque los abogados de Guiteau alegaron que este tenía problemas mentales. El asesino fue hallado culpable y condenado a muerte.

Asesinato de William McKinley (5 de setiembre de 1901)

El presidente americano asistía a la Exposición Panamericana de Buffalo cuando recibió dos disparos por parte del anarquista Leon Czolgosz. Ocho días después, McKinley falleció por una infección.

Por su parte, el asesino fue capturado, hallado culpable y condenado a la silla eléctrica. Antes de morir, Czolgosz dijo no sentirse arrepentido de matar a McKinley, a quien llamó “enemigo de la gente buena, de los trabajadores”.

Asesinato de John F. Kennedy (22 de noviembre de 1963)

Sin lugar a dudas, el asesinato más famoso de un mandatario es el de John F. Kennedy. El presidente, quien gobernaba desde 1961, recorría las calles de Dallas a bordo de un descapotable azul rumbo al Trade Mart, donde iba a dar un discurso. A las 12.30 del mediodía, se oyeron tres disparos. Dos de ellos cayeron sobre Kennedy, quien tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital Parkland, donde fue declarado muerto media hora después del atentado.

El principal sospechoso de los disparos, de acuerdo con la versión oficial de entonces, era el exmarine Lee Harvey Oswald, quien trabajaba como empleado de un edificio cercano al lugar de los hechos. Dicho sujeto fue detenido a la 1.50 p. m., mientras salía de un cine, por matar a un oficial de policía poco después de la muerte del presidente.

Un par de días después, Oswald es asesinado por Jack Ruby, un propietario de clubes nocturnos, mientras era conducido a la cárcel del condado de Dallas.